¿Qué es la edición genética y cómo podría utilizarse para desarrollar nuevos cultivos?
La técnica podría ayudar a producir plantas más nutritivas o resistentes a plagas y enfermedades
El gobierno ha anunciado planes para flexibilizar las normas relativas a la edición de genes, alegando que permitirá una investigación y desarrollo más fácil de cultivos alimenticios más nutritivos o resistentes a las plagas.
Sin embargo, la relajación de las directrices sobre edición genética, resultado de la ruptura de los lazos del Reino Unido con la UE y de sus normas más estrictas sobre esta práctica, es controvertida, y los activistas advierten de las posibles implicaciones de seguridad de una “batalla campal de alta tecnología”.
La edición de genes modifica los rasgos de una especie vegetal o animal de forma mucho más rápida y precisa que la cría selectiva tradicional, que se ha utilizado durante siglos para crear cultivos y ganado más fuertes y sanos.
Esta práctica en las plantas podría ayudar a crear cultivos más nutritivos o resistentes a las plagas y enfermedades, reduciendo la necesidad de pesticidas químicos que dañan la vida silvestre y aumentando el rendimiento.
Hay una diferencia entre la edición de genes, que implica la manipulación genética dentro de una misma especie o género, y los organismos modificados, en los que se introduce ADN de una especie en otra diferente.
¿Qué es la edición de genes?
El crecimiento de las plantas y los animales está controlado por la información almacenada en sus genes.
La edición de genes abarca una serie de técnicas que se utilizan para alterar el ADN de los organismos.
Puede utilizarse para modificar rasgos físicos, como el color de los ojos, en los animales o para reducir el riesgo de enfermedades en las plantas y los cultivos.
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El proceso de edición de un gen suele describirse como el uso de unas tijeras para cortar el ADN en un punto concreto. Los científicos pueden entonces añadir, eliminar o cambiar el ADN según sea necesario.
En general, los organismos editados genéticamente no contienen ADN de otras especies, lo que constituye una modificación genética (MG).
Los partidarios de esta práctica afirman que es un proceso que provoca cambios que podrían seguir haciéndose de forma natural con los métodos tradicionales de reproducción, sólo que se tardaría mucho más en conseguir los mismos resultados.
Según la Agencia de Normas Alimentarias, “los cambios introducidos por la edición del genoma pueden ser idénticos a los que se producen de forma natural o a los que se consiguen mediante la cría tradicional, pero pueden realizarse de forma más rápida y precisa. La edición del genoma puede tener muchos usos, que van desde la realización de pequeños cambios en el ADN hasta la adición de nuevos genes para mejorar los rasgos de un organismo”.
Actualmente, la edición de genes está regulada al igual que la modificación genética debido a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2018.
El gobierno del Reino Unido está cambiando estas reglas para permitir que la investigación de edición de genes se utilice para producir cultivos y ganado más fuertes.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales ha citado una investigación que demuestra que la edición genética puede ayudar a resistir enfermedades peligrosas como la peste porcina en los cerdos y la gripe aviar en los pollos.
¿Qué dicen los que se oponen a la edición genética?
GM Freeze, una agrupación de organizaciones benéficas que tratan de poner de relieve las preocupaciones sobre el impacto de la modificación genética, sostiene que no se sabe lo suficiente sobre la edición de genes.
El grupo afirma en su página web: “a medida que avanzan las tecnologías de ingeniería genética, como la edición de genes, también lo hace la constatación de que nuestro conocimiento del funcionamiento de los genes es todavía muy incompleto”.
“Al proponer la eliminación de las salvaguardias existentes, el gobierno parece haber decidido que lo que no sabemos no importa y que debemos arriesgarnos con los posibles efectos adversos sobre las personas, los animales y el medio ambiente”.
Al comentar los últimos planes del gobierno, Joanna Lewis, directora de política y estrategia de Soil Association, dijo: “cambiar el ADN de los cultivos y los animales para hacerlos temporalmente inmunes a las enfermedades no es una solución a largo plazo; deberíamos invertir en soluciones que aborden la causa de las enfermedades y las plagas en primer lugar, incluyendo la falta de diversidad de los cultivos, la disminución de los insectos beneficiosos y el hacinamiento de los animales”.
“Debemos aumentar el carbono del suelo, la fauna y el bienestar de los animales en las granjas para resolver las crisis climática y de la naturaleza, y proteger la salud humana”.