Christian Eriksen recibe el alta hospitalaria tras ser operado con éxito
Eriksen, de 29 años, ha sido equipado con un dispositivo de regulación cardíaca llamado ICD
Christian Eriksen ha sido dado de alta del hospital de Copenhague tras una exitosa operación. El centrocampista danés estaba ingresado en el Rigshospitalet de la capital desde que sufrió un paro cardíaco en el primer partido de Dinamarca en la Eurocopa 2020 contra Finlandia.
A Eriksen, de 29 años, se le ha colocado un dispositivo regulador del corazón llamado DCI (Desfibrilador Cardioversor Implantable), que se injerta bajo la piel y se conecta al corazón a través de pequeños cables con el fin de mantener un ritmo cardíaco regular.
“Christian Eriksen ha sido operado con éxito y hoy ha sido dado de alta”, señaló la Asociación Danesa de Fútbol en un comunicado el viernes. “Hoy también ha visitado a la selección nacional en Helsingor, y desde allí volverá a casa para pasar tiempo con su familia”.
Eriksen fue atendido en el campo con reanimación cardiopulmonar de urgencia y el partido se suspendió, antes de que los jugadores regresaran más tarde esa misma noche para reiniciar el encuentro, el marcador final fue una victoria por 1-0 ante Finlandia.
Los jugadores de Dinamarca volvieron a saltar al campo el jueves contra Bélgica, y perdieron por 2-1. Ambos equipos dejaron de jugar a los 10 minutos para saludar a Eriksen, el número 10 danés, con aplausos.
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Eriksen añadió: “Gracias por la enorme cantidad de saludos. Ha sido increíble verlo y sentirlo. La operación ha ido bien, y me encuentro bien dadas las circunstancias. Ha sido estupendo volver a ver a los chicos después del fantástico partido que hicieron anoche. No hace falta decir que les animaré el lunes contra Rusia”.
Un médico de urgencias que atendió a Eriksen ha hablado del momento en que el jugador recuperó la conciencia. El doctor estaba viendo el partido después de participar en una sesión con el equipo médico ese mismo día. Ha contado que vio al personal luchar con la situación y que por eso intervino.
Kleinfeld declaró a Bild: “Estaba en la grada, en el lado opuesto, cuando se desplomó. Al principio no pensé en nada. Pero luego vi cómo el médico del equipo danés actuaba de forma bastante agitada. Me di cuenta de que no era una lesión normal.
“Los jugadores tenían la cabeza en las manos. En ese momento le hice una señal al equipo en la banda y corrieron al campo. Llevaban un desfibrilador. Entonces mencioné a mis compañeros con los que estaba sentado en la grada: Tenemos que ir al campo”.