China y el Vaticano amplían acuerdo sobre nombramientos de obispos pese a oposición de la Casa Blanca
El pacto, que nunca se ha publicado, plantea un proceso de diálogo en la selección de obispos. El Vaticano lo firmó en 2018 con la esperanza de que ayudara a unir a los católicos en China.
El Vaticano y China ampliaron el jueves un controvertido acuerdo sobre nombramientos de obispos, pese a la fuerte oposición de la Casa Blanca y católicos conservadores.
La Santa Sede y el gobierno de Beijing anunciaron de forma conjunta una extensión de dos años al acuerdo de 2018, que expiraba el jueves. El Vaticano defendió la ampliación señalando que el acuerdo era de naturaleza puramente eclesiástica y pastoral, y no política.
El pacto, que nunca se ha publicado, plantea un proceso de diálogo en la selección de obispos. El Vaticano lo firmó en 2018 con la esperanza de que ayudara a unir a los católicos en China, que durante siete décadas estuvieron divididos entre los que pertenecían a una Iglesia oficial autorizada por el estado y otra clandestina leal a Roma.
El Vaticano ha defendido el acuerdo ante las acusaciones de que el papa Francisco vendió a los fieles clandestinos, afirmando que el acuerdo era necesario para impedir un cisma peor en la Iglesia en China, después de que Beijing nombrase obispos sin el consentimiento del papa.
La cuestión de los nombramientos ha complicado desde hace tiempo las relaciones entre el Vaticano y China, ya que la Santa Sede insistía en el derecho divino del papa a nombrar a los sucesores de los apóstoles, mientras que Beijing las consideraba una intromisión extranjera en su soberanía.
Ambas partes decidieron ampliar el acuerdo “tras consultas cordiales”, según dijo a la prensa en Beijing el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, en una sesión informativa diaria.
“Las dos partes mantendrán una estrecha comunicación y consultas y continuarán fomentando el proceso de mejorar las relaciones”, señaló.
Por su parte, el Vaticano emitió otro comunicado de similar tono burocrático, escrito en italiano, inglés y chino.
“La Santa Sede considera que la aplicación inicial del acuerdo -que es de gran valor eclesiástico y pastoral- ha sido positiva, gracias a la buena comunicación y cooperación entre las partes sobre las cuestiones acordadas, y pretende buscar un diálogo abierto y constructivo en beneficio de la vida de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino”, indicó.
El Vaticano rara vez, en su caso, ha reprendido a China por sus abusos de derechos humanos, y no se pronunció sobre las protestas registradas durante meses en Hong Kong. Tampoco es habitual que critique a Rusia, temiendo dañar las relaciones con la Iglesia ortodoxa rusa.
El gobernante Partido Comunista chino rompió relaciones con el Vaticano poco después de asumir el poder en 1949.
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Christopher Bodeen contribuyó desde Beijing.