Científicos utilizan focas con sensores para estudiar la Antártida
Las focas de Weddell están ayudando a los científicos a recopilar datos sobre las plataformas de hielo del continente
Investigadores en la Antártida han comenzado a usar focas con sensores fijados a sus cabezas para reunir información de las plataformas de hielo del continente.
El original método forma parte de un intento por frenar los obstáculos que enfrentan los barcos al navegar en estos complejos entornos, que son muy diversos debido a la gran cantidad de nutrientes generados por las interacciones entre el océano, la tierra y la plataforma de hielo.
Un estudio que explica las técnicas de investigación con animales y sus hallazgos preliminares se publicó en octubre en la revista Limnology and Oceanography.
El equipo de investigadores, que pertenece a la Organización de Investigación de Información y Sistemas de Japón, utilizó equipos de registro de datos oceanográficos sobre las cabezas de los animales para obtener lecturas de la conductividad, temperatura y profundidad del agua (CTD).
“Estudios previos que han usado instrumentos fijados en elefantes marinos del sur que migran y focas de Weddell residentes (un depredador de las profundidades), han mostrado algunos procesos físicos interesantes en las áreas antárticas”, dijo el autor principal del estudio, Nobuo Kokubun, profesor asistente del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón.
“Pero incluso aquí, ha habido apenas investigación de las áreas costeras cubiertas por hielo permanente”.
Para registrar sus datos, el equipo colocó equipo de retransmisión satelital CTD con pegamento en las cabezas de ocho focas de Weddell, de marzo a septiembre del 2017, con lo que pudieron determinar nuevos aspectos de los cambios estacionales del Océano Antártico y los hábitos de caza de las focas.
Los equipos, que pesan alrededor de 1,1 libras (medio kilogramo) y son del tamaño de un cubo Rubik pequeño, ayudaron a los investigadores a concluir que el agua cálida y de baja salinidad aparece en el subsuelo de la plataforma durante el otoño, y que la profundidad del agua cálida se hace más profunda a medida que avanza la estación.
Al combinar sus hallazgos con modelos meteorológicos y oceanográficos, los investigadores también demostraron que “el viento del este que prevalece estacionalmente durante el otoño provoca un flujo de aguas cálidas superficiales fuera de la plataforma, así como posiblemente [permite] presas adicionales en la plataforma continental”, señalaron los investigadores.
Esto es significativo porque, en el este de la Antártida, los fuertes vientos catabáticos aumentan la producción de hielo marino en las polinias costeras (áreas de agua de mar abierto no congelada rodeadas de hielo marino). Fuera de las polinias, sin embargo, tiende a existir un extenso hielo marino adherido a la costa donde habitan depredadores como las focas de Weddell y los pingüinos emperador.
Estos intercambios de agua entre los océanos, el hielo marino y la plataforma de hielo, particularmente aquellos entre aguas cálidas profundas que provienen de áreas fuera de la plataforma, zonas de hielo marino que cambian con la temporada y polinias costeras, juegan un papel importante en la producción biológica a lo largo de todas las áreas de la plataforma continental, según apuntaron los investigadores.
Sin embargo, se necesitan muchos más datos para comprender mejor el efecto completo de cómo y por qué las aguas superficiales y las aguas profundas de las áreas cercanas fuera de la plataforma se adentran en la plataforma y se mezclan con las aguas locales.
Los científicos ahora esperan continuar usando focas para explorar y registrar datos sobre cómo el ecosistema marino costero de la Antártida responde a los rápidos cambios que están ocurriendo en el hielo marino antártico causados por factores como el cambio climático.
Luego, quieren ir más allá y estimar la cantidad de agua y presas que son transportadas hacia las plataformas por el proceso impulsado por el viento del este.