Mujer transgénero busca competir en el Miss Venezuela
Venezuela tiene un entusiasmo sin parangón por los concursos de belleza y Miss Venezuela —la joya de la corona de todos— quizá sea el único evento capaz de unir al ya muy dividido país
Venezuela tiene un entusiasmo sin parangón por los concursos de belleza y Miss Venezuela —la joya de la corona de todos— quizá sea el único evento capaz de unir al ya muy dividido país. Una vez al año, la nación sudamericana deja de lado la clase social, la raza y la política para ver quién representará a Venezuela a nivel internacional.
Detrás de las aclamaciones y aplausos para las mujeres que se disputan el codiciado título hay una sociedad profundamente conservadora con poca o ninguna tolerancia hacia cualquier cosa que vaya en contra de los cánones heterosexuales. Sin embargo, Sofía Salomón está dispuesta a desafiarlos.
La influencer y modelo de Instagram ha solicitado participar en el concurso Miss Venezuela de este año. Si la aceptan, se convertirá en la primera mujer transgénero participante.
“Pienso que es una plataforma grandiosa para dar visibilidad a mi comunidad, hacer eco de lo positivo y que las personas conozcan la realidad de las mujeres transgénero”, dijo Salomón
Sin que se vislumbre un fin a la prolongada crisis que ha sumido en la pobreza a millones de venezolanos y obligado a 7,3 millones de ellos a emigrar del país, los derechos LGBTQ+ están muy lejos de ser un tema de conversación ordinaria entre las familias o un tema dominante de campaña con vistas a las elecciones de 2024, en las que la oposición buscará derrotar al presidente Nicolás Maduro.
La prevista marcha del orgullo en la capital, en Caracas, quizá atrajo el domingo a centenares de personas, pero a nivel nacional casi no existe aceptación de la comunidad LGBTQ+ a diferencia de otros países latinoamericanos cuyos valores conservadores se basan en la fe católica. Y los venezolanos que a menudo admiran el estilo de vida europeo se han resistido en gran medida a la inclusión de esa comunidad como ha sucedido en otras partes del continente y tampoco han cedido a rechazar la homofobia y la transfobia.
El Tribunal Supremo de Justicia, la máxima corte de Venezuela, anuló en marzo una disposición que castigaba a personal militar del mismo sexo que mantuviera relaciones sexuales, pero durante siete años no ha resuelto un caso que contribuiría a concretar el derecho al matrimonio para personas del mismo sexo.
El tribunal tampoco ha fallado en el caso presentado por Tamara Adrián en 2004. La mujer transgénero desea cambiar legalmente su nombre y sexo en su acta de nacimiento y en los registros públicos. El gobierno arguye que la ley ya permite eso, pero Adrián y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que examina las violaciones a los derechos humanos en el hemisferio, no están de acuerdo. Ella ha solicitado audiencias y presentado más de 30 escritos sobre su caso sin que haya obtenido respuesta.
Sin embargo, Adrián se convirtió en el primer legislador transgénero del país en 2015 en representación de un distrito en Caracas y en junio de este año se incluyó en la contienda interna de la oposición para definir al candidato presidencial que pueda echar a Maduro de la presidencia.
“Para que haya cambios en materia social es necesario que haya política pública, y en ese sentido hay sin duda alguna una penetración de cambios (en otros países latinoamericanos) que no puedes ver en Venezuela", dijo Adrián. "No hay aquí ni siquiera conciencia muchas veces de que una determinada frase es racista o es homofóbica o es transfóbica o misógina”, agregó.
El año pasado, Salomón terminó entre las seis primeras participantes del Miss International Queen, el mayor concurso de belleza en el mundo para mujeres transgénero. Durante la competición, Salomón mencionó la ley contra la que Adrián se mantiene en lucha.
“Me gustaría que se cambiara la ley para que las mujeres transgénero puedan ser aceptadas con el nombre con el que se sientan más seguras”, agregó.
La selección en febrero de una mujer transgénero para que participara en el Miss Universo de Puerto Rico —por primera vez en la isla caribeña— aumentó las esperanzas de Salomón de que la acepten en el concurso en Venezuela.
Salomón dijo que sus padres, hermanos y novio apoyan su decisión de inscribirse y que los comentarios y emojis en su cuenta de Instagram son mayoritariamente positivos.
La organización Miss Venezuela no respondió a una solicitud de The Associated Press para que hiciera declaraciones sobre el asunto.
Las ganadoras del Miss Venezuela compiten en el Miss Universo, y el concurso global se abrió a competidoras transgénero en 2012. Por esa decisión, Osmel Sousa, entonces titular del Miss Venezuela, declaró que “el público sencillo venezolano, cristiano, no va a aceptar nunca esa posición”.
Marcia Ochoa, profesora asociada de estudios feministas y de estudios críticos raciales y étnicos en la Universidad de California en Santa Cruz, elogió los esfuerzos de Salomón.
“Ella está haciendo algo que tiene mucho sentido para una venezolana”, dijo Ochoa. Señaló el espacio que tiene la cultura venezolana para una identidad idiosincrática de género: “Miss” (señorita). “Uno puede ver a alguien y decir si podría participar en concursos de belleza porque tiene la apariencia de competidora de un concurso de belleza. Se puede decir: ‘es toda una miss’”.
La frase constituye un verdadero piropo venezolano: la belleza se premia con la frase “es absolutamente una Miss (Venezuela)”.
En 2018, la española Ángela Ponce se convirtió en la primera mujer transgénero en participar en un concurso Miss Universo; y el año pasado, la multimillonaria empresaria tailandesa y mujer transgénero compró en 20 millones de dólares la Organización Miss Universo, en la que alguna vez fue copropietario el exmandatario estadounidense Donald Trump.
Las ganadoras del Miss Venezuela logran fama instantánea que puede catapultarlas a posiciones de influencia. La ganadora del Miss Universo de 1981, Irene Sáez, se convirtió después en alcaldesa del municipio Chacao en Caracas y en gobernadora de Nueva Esparta. Fue candidata presidencial en 1998 pero perdió ante Hugo Chávez.
Josefina Mejía, que vive en Caracas, ha visto el Miss Venezuela durante décadas con su familia y amigos. Entre todos escogen a sus favoritas y compiten para ver quién acertó el nombre de la concursante ganadora. Mejía, de 65 años, dijo que no se opone a los esfuerzos de Salomón pero preferiría que las mujeres transgénero no participaran en el Miss Venezuela.
“La sociedad es conservadora, y a veces juzgamos, que no deberíamos estar juzgando, a las personas… A mi me gustaría un concurso aparte para ese género”.
En 2022, el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ —dirigido por activistas— registró al menos 97 casos de violencia contra miembros de esa comunidad en el país, incluidos 11 homicidios. La cifra quizá es menor a la real porque muchos casos no son denunciados. Una denuncia formal fue presentada ante la autoridad en al menos 10% de los casos.
Salomón, interesada en una carrera en bienes raíces, recibió un correo electrónico que le confirmaba que la organización de Miss Venezuela había recibido su solicitud pero aún desconoce si la aceptaron.
Dijo creer que su experiencia en modelaje y concursos le da una ventaja sobre las demás participantes.
“Yo soy de las personas que piensan de que la experiencia no se improvisa… Y por eso las personas confían en que yo debería hacer historia en el país”.