Guatemala: ex primera dama cierra campaña electoral ofreciendo ayuda social
Sandra Torres, la ex primera dama que busca por tercera vez ganar la presidencia de Guatemala, cerró el viernes su campaña electoral ofreciendo ayuda social y preparando el terreno para un eventual resultado adverso.
Torres se alió al oficialismo, a exmilitares vinculados con la guerra civil (1960-1996), a iglesias evangélicas y a los partidos políticos que perdieron en la primera ronda de junio para alcanzar su objetivo. Cientos de alcaldes oficialistas le han manifestado su apoyo para la segunda vuelta que disputará el domingo con el candidato de izquierda Bernardo Arévalo.
“Hoy más que nunca hemos dejado a un lado nuestras banderas políticas, hemos dejado a un lado nuestros colores partidarios para trabajar por la unidad de nuestro país, por la unidad de Guatemala”, dijo en referencia a sus alianzas. Agregó que Guatemala es un país pobre pero que eso cambiará en su gobierno.
Antes de dar su discurso final en la Terminal, el mercado más grande y popular de la capital, Torres hizo declaraciones a la prensa en las que alegó que cuatro de los más de 5.000 digitalizadores del sistema de cómputos del Tribunal Supremo Electoral estaban afiliados al partido opositor, por lo que pidió que sean despedidos. Los digitalizadores ingresan los datos al sistema pero no cuentan los votos.
“Nosotros no vamos a permitir que haya este tipo de ilegalidades”, dijo Torres.
El jueves, un día después de que se hicieran públicas tres encuestas en las que Arévalo tiene casi el doble de intención de voto que Torres, el fiscal Rafael Curruchiche, -quien hizo pública una investigación contra el partido de Arévalo- dijo que varios digitalizadores estarían afiliados a esa fuerza.
“Hoy está en riesgo la democracia porque nos quieren robar las elecciones”, dijo Torres a sus partidarios.
La ex primera dama -quien durante el mandato de su fallecido exesposo Álvaro Colom (2008-2012) desempeñó un importante rol en la asistencia social- va acompañada del pastor evangélico Romeo Guerra como vicepresidente.
Guerra, que aboga por la defensa de la familia y está en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, dijo que el país debe gobernarse “con la ley de Dios pero también con la constitución de la República de Guatemala" y advirtió que el otro partido viene en contra de nuestra familia, pero con la ayuda de Dios no vamos a permitir esto”.
Guatemala pasó por varias transiciones democráticas luego de la guerra civil de 36 años que terminó en 1996. Desde entonces los guatemaltecos se han sentido cada vez más frustrados con un sistema político que parece amañado para beneficiar a unos pocos.
La percepción local e internacional es que las instituciones democráticas se han debilitado y que el presidente saliente Alejandro Giammattei cooptó la Fiscalía General y otros organismos para perseguir a sus enemigos políticos y asegurar la impunidad de los acusados de corrupción.
El gobierno de Estados Unidos suspendió la cooperación con la oficina de la Fiscal General Consuelo Porras y luego la sancionó por presunta participación en “corrupción significativa”. El Estado de Derecho se ha deteriorado desde 2019 cuando el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020) expulsó a una exitosa misión anticorrupción respaldada por las Naciones Unidas.
Bajo el mandato de Giammattei quien lucharin contra la corrupción fueron perseguidos. La oficina de Porras amenazó con cargos contra más de dos docenas de fiscales y jueces, quienes huyeron al exilio.
El aumento del costo de vida, las posibilidades limitadas de empleo y el crecimiento de la delincuencia han empujado a miles de guatemaltecos a emigrar en los últimos años.