El tren maya de México abre parcialmente sus puertas al público entre retrasos y sobrecostos
El proyecto ferroviario mexicano del Tren Maya abrió parcialmente al público el sábado, con largos retrasos en su recorrido y enormes sobrecostos.
Los pasajeros que esperaban que el tren saliera de Cancún tuvieron que esperar en el andén unas cinco horas antes de poder abordarlo. Los funcionarios se disculparon por el retraso y dijeron que se debía a que los trenes estaban siendo “reconfigurados”.
Algunos pasajeros tomaron una siesta en el andén. Algunos —muchos de ellos autodeclarados partidarios del presidente Andrés Manuel López Obrador— vitorearon cuando el tren apareció por fin en Cancún.
El tren que circulaba en la otra dirección desde la ciudad colonial de Campeche, en la costa del Golfo de México, también se retrasó durante horas, porque sólo está terminado un lado de la doble línea ferroviaria prevista. Los funcionarios estimaron que se tardarían unas 5 horas y media en recorrer los 473 kilómetros (290 millas) que separan Campeche de Cancún.
Mientras tanto, el costo del proyecto se ha disparado desde las estimaciones iniciales de unos 8.500 millones de dólares hasta 28.000 millones.
La línea de 1.500 kilómetros (950 millas), llamada Tren Maya, está pensada para conectar complejos turísticos de playa y sitios arqueológicos. Pero sólo un tercio de ella está parcialmente terminado: el tramo de 473 kilómetros que López Obrador inauguró el viernes con dignatarios y la prensa.
Las autoridades prometieron que el resto de la línea estaría listo a finales de febrero. Pero incluso en la parte que López Obrador inauguró el viernes, sólo se ha terminado una de las dos vías previstas, lo que significa que un tren tiene que esperar en un ladero mientras pasa el que viene en sentido opuesto.
El tramo entre Campeche y Cancún es aproximadamente un tercio de todo el proyecto y cubre la parte menos controvertida de la ruta, la cual atraviesa muchas zonas ambientalmente delicadas.
Un pasaje de primera clase en uno de los dos trenes de Cancún a Mérida, la parada más popular, costará el equivalente a 68 dólares. Un autobús de primera clase cubre la ruta en aproximadamente el mismo tiempo y cuesta unos 58 dólares, y los autobuses tienen corridas cada media hora desde el centro de las ciudades, en lugar de estaciones de tren ubicadas en las afueras.
Esto ha llevado a preguntarse si el tren cubrirá alguna vez sus costos de operación, por no decir su costo de construcción.
El ejército mexicano, que opera el tren y construyó parte de la vía férrea, no respondió a una solicitud de comentarios sobre los retrasos o los sobrecostos.