EEUU reanuda vuelos de deportación a Venezuela
Los vuelos para deportar venezolanos desde Estados Unidos se reanudaron el miércoles con el aterrizaje en la nación sudamericana de un primer avión con más de 100 migrantes a bordo, en el marco de los últimos esfuerzos del gobierno estadounidense para hacer frente al creciente número de solicitantes de asilo.
Esta es la primera vez en años que las autoridades migratorias de Estados Unidos deportan a personas a Venezuela, lo que marca una concesión significativa del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a un añejo adversario.
El primer avión, un Boeing 737, despegó de la ciudad de Harlingen, Texas, e hizo una escala en Miami para horas después llegar a Caracas, capital de Venezuela. Los aproximadamente 130 pasajeros eran hombres y mujeres venezolanos que fueron trasladados al avión en autobuses y llevaban esposas y tobilleras. Al abordar, los funcionarios de migración estadounidenses los revisaron.
“Este es el primer vuelo que he visto en mi carrera de todo un chárter de venezolanos que regresan a su país. Y tenemos previsto realizar varios más de este tipo en los próximos días y semanas”, dijo Corey Price, director ejecutivo adjunto interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).
Price dijo que entre las personas a las que se ha dado prioridad para los vuelos hay migrantes recién llegados, así como migrantes que han cometido delitos en Estados Unidos. El director de la Patrulla Fronteriza, Jason Owens, dijo que los pasajeros habían entrado ilegalmente en Estados Unidos entre los puertos de entrada.
El gobierno estadounidense dijo que planea tener “múltiples” vuelos de deportación a la semana con destino a Venezuela, de acuerdo con una exención a las restricciones de viaje del Departamento de Transporte de Estados Unidos, que colocaría a Venezuela entre los principales destinos para las autoridades de inmigración estadounidenses. El gobierno emplea una flota de transportistas chárter conocidos colectivamente como ICE Air.
Los deportados se encontrarán con un país natal que sigue atravesando complejas crisis sociales, políticas y económicas.
La situación ha evolucionado desde que la caída mundial del precio del petróleo —el recurso más valioso de Venezuela— hace una década y la mala gestión del gobierno autoproclamado socialista empujaron al país a una espiral descendente. La población enfrenta constantes subidas de los precios de los alimentos y el cierre de empresas, y los trabajadores intentan cubrir sus necesidades con un salario mínimo mensual de 3,70 dólares que apenas alcanza para comprar 4 litros (1 galón) de agua.
Sin embargo, según el Departamento de Seguridad Nacional, estos vuelos, que suelen transportar a 135 migrantes, volarán a Venezuela desde aeropuertos no especificados de Estados Unidos. Serán para venezolanos que hayan recibido órdenes definitivas de deportación, que se emiten luego de que se les rechaza la solicitud de asilo, o para aquellos que no hayan podido solicitar una protección humanitaria.
Estos vuelos son en respuesta a “un aumento en la migración de Venezuela que están tensando los sistemas de migración en todo el hemisferio, incluido en Estados Unidos”, dijo el Departamento de Transporte en su exención.
Estados Unidos ha batallado durante años para deportar a personas a países con los que tiene complicadas relaciones diplomáticas, como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Luego de una pausa de más de dos años, Cuba permitió la reanudación de las deportaciones de Estados Unidos en abril, y hay vuelos de deportación hacia la isla caribeña una vez al mes.
Los vuelos de deportación hacia Venezuela se producen luego de que el gobierno del país y la oposición acordaron trabajar en condiciones electorales que se tiene previsto den pie a un alivio de las sanciones energéticas de Estados Unidos sobre el gobierno de Maduro.
El gobierno estadounidense espera que la amenaza de ser deportado sea suficiente para que los venezolanos reconsideren su intento de entrar ilegalmente en Estados Unidos y opten, en cambio, por el sistema de citas en internet para presentar solicitudes de asilo o intentar otras vías legales. Pero no ha disuadido a muchos de seguir migrando.
La migración venezolana hacia Estados Unidos disminuyó hace un año cuando el gobierno estadounidense acordó permitir que los venezolanos entraran al país si solicitaban asilo por internet, contaban con un patrocinador financiero y llegaban a un aeropuerto. Más de 61.000 venezolanos utilizaron esa vía desde octubre del año pasado.
La reanudación de los vuelos de deportación ocurre semanas después de que el gobierno estadounidense anunció que otorgará el estatus de protección temporal a cientos de miles de venezolanos que han llegado a Estados Unidos antes del 31 de julio.
El estatus de protección temporal (TPS por sus siglas en inglés) les facilita obtener permisos de trabajo y evitar las órdenes de deportación.
Expertos y abogados en materia de migración pidieron a los venezolanos solicitar el TPS para evitar que sean repatriados.
“Los venezolanos que no han solicitado el TPS y tienen órdenes de deportación podrían verse afectados”, dijo Rachel Leon, abogada de inmigración de Florida. “Aquellos que son elegibles para el TPS deberían solicitarlo tan pronto como sea posible para evitar ser deportados”.
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Gonzalez informó desde Harlingen, Texas. Los periodistas de The Associated Press Elliot Spagat en San Diego y Gisela Salomón en Miami contribuyeron a este despacho.