Cuatro ingredientes para fortalecer tu sistema inmune con alimentos que están “a la moda”
Hipócrates aconsejó: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. Aunque las dijo hace demasiado tiempo atrás, su teoría sigue ganando adeptos y la tendencia a la salud a través de los alimentos está más en boga que nunca. Por Sofía Zermoglio
Tienen “superpoderes”. Las celebridades e influencers las nombran, recomiendan y proclaman sus bondades. Los grandes chefs los incluyen en sus menús y son un obligado en los círculos más “hipsters”.
Hipócrates aconsejó: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. Aunque las dijo hace demasiado tiempo atrás, su teoría sigue ganando adeptos y la tendencia a la salud a través de los alimentos está más en boga que nunca.
¿Qué son los superalimientos?
Básicamente, son alimentos que contienen vitaminas, minerales, nutrientes y energía que otros en igual cantidad. Los hay en diversos colores, sabores y texturas. Hoy te presentamos cuatro que se encuentran a la vuelta de cualquier esquina:
Wheat Grass: se dice que un chupito de esta planta tiene los mismos nutrientes que 1kg de verduras. Es una excelente fuente de muchas vitaminas y minerales diferentes. Es especialmente rica en vitaminas A, C y E, así como en hierro, magnesio, calcio y aminoácidos. De sus 17 aminoácidos, ocho se consideran esenciales, lo que significa que el cuerpo no puede producirlos y hay que obtenerlos de fuentes externas alimentarias.
Alga Espirulina: Se trata de una microalga, aunque se define científicamente como una cianobacteria o microbio unicelular. Se distingue por su color verde azulado, que tiñe cualquier cosa que se elabore de ella. La única forma en que se presenta es en píldoras o polvo y se utiliza como colorante alimentario natural para teñir o para dar un color original a otros tipos de comidas. Contiene enormes cantidades de vitaminas, minerales y proteínas de fácil absorción. Ningún otro alimento, comparando igual cantidad, alcanza la variedad y calidad de sus nutrientes. Y sin apenas grasa.
Ajo Negro: Madurado de manera natural, el ajo incrementa sus beneficios y suaviza su sabor y persistencia. La diferencia entre el ajo negro y el ajo común (o blanco), además del color y del sabor, reside en que el primero ha sido sometido a un proceso de fermentación con una temperatura de entre 50 y 60 grados centígrados y a una humedad controlada por 30 días o más. Pero en las dos versiones son siempre recomendados.
Arándanos: Los frutos rojos son uno de los antioxidantes más eficaces. Estas pequeñas bayas de color azul oscuro o rojo, que han conquistado el mundo, es su alto contenido en antioxidantes, unas sustancias que previenen el envejecimiento celular y aportan múltiples beneficios para la salud, puesto que neutralizan los radicales libres. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos lo incluye como el alimento de mayor poder antioxidante entre 40 vegetales analizados, gracias a la acción combinada de sus ácidos orgánicos y las 15 antocianinas que les confieren su peculiar color.
De todas formas, me parece propicio aclarar que la gran diferencia es que estos alimentos son “superalimentos” pero, sobre todo, se los considera “exóticos”. Hay superalimentos que son aún más cercanos, pero no tienen tanto marketing, como por ejemplo las espinacas, las acelgas e incluso las manzanas.