¿Cuál es el significado del Miércoles de Ceniza y por qué se celebra?
Según la religión católica, se trata de un día santo de oración y de ayuno, también considerado como el primer día de Cuaresma en los calendarios litúrgico y anglicano
Este 14 de febrero, se celebra el denominado Miércoles de Ceniza. Según la religión católica, se trata de un día santo de oración y de ayuno, también considerado como el primer día de Cuaresma en los calendarios litúrgico y anglicano.
La celebración se enmarca en las seis semanas de penitencia antes de la Pascua o el periodo de cuarenta días previos a la Semana Santa que, este año 2024, se llevará a cabo del 24 de marzo, cuando se conmemora el Domingo de Ramos; al 31 de marzo, o también nombrado como Domingo de Resurrección.
¿En qué consiste el “Miércoles de Ceniza”?
De acuerdo con el Misal Romano, el libro litúrgico que contiene las ceremonias, oraciones y rúbricas para la celebración de la misa en el rito romano, el Miércoles de Ceniza consiste –como su nombre lo refiere– en imponer durante una misa la marca de ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles cristianos.
Según el Génesis, contenido en la Biblia, la ceniza es considerada un signo de humildad; puesto que representa el origen y el final del ser humano como lo conocemos. “Dios formó al hombre con polvo de la tierra”, revela Génesis 2,7; y en otro versículo, en Génesis 3,19; refiere: “Hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho”.
El acto de colocar una cruz de ceniza en la frente es realizado por un sacerdote o diácono en la misa. Este acto de bondad, según la iglesia católica, puede ser recibido por cualquier creyente e, incluso, si no lo es.
Cuando los clérigos colocan la ceniza a los feligreses, expresan las siguientes frases de las Sagradas Escrituras: “Convertíos y creed en el Evangelio”, Marco 1,15; y “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”, según Génesis 3,19.
¿Cuál es el origen del “Miércoles de Ceniza”?
Durante los primeros siglos del Cristianismo, se adoptó la práctica de colocar ceniza a los fieles; sin embargo, en el siglo IV se determinó la duración de la Cuaresma y se estableció que sería seis semanas antes de la Pascua.
Para calcular las fechas, los ministros religiosos utilizaban el Computus, que no es otra cosa que el cálculo del ciclo pascual. El primer computista fue Hipólito de Roma, quien utilizó una tabla para definir las fiestas en un periodo de 16 años.
En los siglos posteriores, VI y VII, se estableció el ayuno como práctica cuaresmal. Cabe mencionar que, según los orígenes de la liturgia cristiana, los adeptos nunca celebraron el ayuno el domingo por considerarse el festejo del Señor; debido a esto la cuaresma se trasladó al miércoles, previo al primer sábado del siguiente mes.
La Cuaresma fue considerada una “penitencia” por los cristianos casi 400 años después de Cristo (d.C.). A partir de esas fechas, la Iglesia en Roma impuso nuevamente las cenizas como signo de conversión, pero que ya se usaba desde la escritura del Antiguo Testamento.