¿Qué es la Luna Rosa de abril y cuándo se podrá ver?
Según expertos, el término “rosa” no se refiere al color que adoptará la luna, sino al ciclo que prevé cambios y renovaciones
La primavera inició hace unas semanas y, con ello, la llegada de nuevos aires, de limpieza; de permitir que las energías y vibras viejas e inútiles se vayan, y se renueven por unas más frescas. Esto ocurrirá el 23 de abril de 2024, cuando haga aparición la Luna Llena.
De acuerdo con la revista Vogue, se trata de la Luna Rosa de abril, que da pie al primer plenilunio. Según la publicación, la primera luna llena después del equinoccio de primavera es, particularmente, “poderosa e innovadora”.
Sin embargo, los expertos en Astrología refieren que esta energía puede ser una montaña rusa, es decir, que puede ir a un ritmo muy rápido durante el mes y después perderse casi de inmediato. Asimismo, el término “rosa” no se refiere al color que adoptará la luna, sino al ciclo que prevé cambios y renovaciones.
La revista también indica que hay que prestar atención a los astros, ya que Plutón entra por primera vez en Acuario. Esto significa que, habrá signos y símbolos más evidentes de renovación, evolución; aunque también de muerte, avances, cambios y transformaciones.
Algo a considerar, según los expertos, es no tomarse nada tan en serio ni tampoco tan a la ligera. La primera Luna Llena de abril provocará que, en efecto, todos tus proyectos florezcan; aunque también parezca que nada está prosperando y, quizás, nada tenga sentido.
“Manténte fiel a tu corazón”, refiere Vogue.
¿Qué dice la ciencia?
Como se ha referido en este artículo, el término Luna Rosa no se refiere al color de nuestro satélite. Ha sido una de las denominaciones que, creyentes de la Astrología, le han atribuido de forma romántica. El nombre realmente proviene de los nativos americanos que, en temporada de primavera, asociaron a la luna con una planta nativa llamada Phlox subulata o musgo rosa.
Esta planta florece en tonos rosas durante la primavera y coincide con la primera Luna Llena del año en curso después del equinoccio.
Lo cierto es que, aunque no se tiñe de color rosa, sí logra que gracias a la cercanía del satélite natural y la Tierra, luzca más grande y más brillante de lo habitual.