Tormentas solares ‘caníbales’ se dirigen hacia la Tierra y podrían derribar satélites y desactivar el internet
Los expertos predicen que una tormenta particularmente grave podría causar un “apocalipsis de internet”
Los científicos predicen que en los próximos cuatro años se presentarán tormentas solares que se “canibalicen” unas a otras , a medida que el Sol exhiba una actividad más extrema.
Durante la semana pasada, una serie de tormentas geomagnéticas azotó la Tierra mientras el Sol comenzó su nuevo ciclo solar, que tiene lugar cada 11 años y alcanzará su punto máximo en 2025.
Una serie de CME (eyecciones de masa coronal), que implican la emisión de materia cargada eléctricamente y de su correspondiente campo magnético al espacio, alcanzaron la Tierra durante la última semana, luego de una importante erupción solar en Halloween.
Ocasionalmente, estas eyecciones pueden ocurrir con tanta frecuencia que las posteriores viajan más rápido que sus predecesoras y se fusionan con las más lentas.
“Esa primera eyección esencialmente se abre camino a través de los 93 millones de millas (150 millones de kilómetros) y casi despeja el camino para que otras eyecciones pasen después”, detalló para Space Bill Murtagh, coordinador del programa en el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).
“A veces usamos el término ‘canibalizar’ a la que está adelante”, explicó Murtagh.
El equipo de la NOAA utiliza una nave espacial llamada Observatorio del Clima del Espacio Profundo (Dscovr) que se encuentra a un millón de millas (1,6 millones de kilómetros) de la Tierra en la dirección del Sol. Cuando una CME alcanza la nave, los científicos saben que pasarán entre 20 o 30 minutos hasta que la tormenta llegue al planeta.
Las CME amenazan las redes eléctricas y los satélites, pero generalmente son manejables.
“Hemos tenido cientos de ejemplos de tormentas de este nivel, por lo que tenemos una buena idea de lo que le hará a la red”, dijo Murtagh. “Lo están viendo, lo están sintiendo, estamos viendo algunas de esas irregularidades de voltaje... pero tormentas de este nivel son muy manejables”.
Sin embargo, con este tipo específico de CME “caníbal”, los resultados pueden ser mucho más graves. “Hemos determinado para todos los propósitos prácticos que nuestro peor escenario en caso de un evento de tormenta geomagnética extrema será este”, expresó Murtagh. “Es solo que las CME no eran tan grandes, pero ese proceso sucedió aquí, donde tuvimos dos o tres CME diferentes que llegaron juntas”, y agregó que hay “muchas incógnitas en el negocio de la meteorología espacial”.
En el peor de los casos, una tormenta solar puede ser lo suficientemente desastrosa como para colocar al mundo entero en un “apocalipsis de internet”.
En ese caso, las líneas eléctricas, los cables y los satélites que dan servicio a los GPS podrían dañarse, y los expertos dicen que no tenemos idea de cuán resistente es la infraestructura actual de internet a la gran actividad solar.
“Dado que las CME a menudo se originan en regiones magnéticamente activas cercanas a las manchas solares, una mayor cantidad de manchas solares aumentará la probabilidad de una CME poderosa. Si esta estimación resulta precisa, también aumentará significativamente la probabilidad de un evento a gran escala en esta década”, explicó Sangeetha Abdu Jyothi de la Universidad de California, Irvine y VMware Research.
Tormentas solares masivas como estas han azotado antes, pero nunca en un momento en el que la electricidad ha sido tan importante.
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El siglo pasado, se produjeron múltiples incendios en salas de control de electricidad y telégrafo en varias partes del mundo, incluidos los Estados Unidos y Reino Unido, debido a los campos magnéticos generados en la Tierra por una de las tormentas solares más grandes que han azotado al planeta.
Los fenómenos meteorológicos espaciales como estos deberían ser considerados como “advertencia[s]”, de acuerdo con el Dr. Jeffrey Love, geofísico del Programa de Geomagnetismo del Servicio Geológico de Estados Unidos, quien afirma que si una tormenta de esta magnitud azotara la Tierra hoy en día, podría resultar aún más devastadora.