Los expertos le dicen a la gente que no se preocupe por la tormenta solar del “cañón de fuego”
Los expertos dicen que una tormenta solar “débil” puede causar fluctuaciones leves en la electricidad y afectar algunas funciones de los satélites
Es probable que los vientos solares de la ruptura del filamento de un “cañón de fuego” en el sol solo causen una tormenta geomagnética débil en la Tierra el jueves, dicen los expertos.
El 15 de julio, un filamento de plasma con forma de serpiente en la superficie del Sol hizo erupción, esto talló un “cañón de fuego” gigante de unas 238.600 millas (384.000 kilómetros) de largo y 12.430 millas (20.000 kilómetros) de profundidad en la estrella.
“El largo filamento con forma de serpiente se abrió camino desde el Sol en un impresionante ballet”, tuiteó Tamitha Skov, física del clima espacial, sobre la erupción.
“La orientación magnética de esta tormenta solar dirigida hacia la Tierra va a ser difícil de predecir. Pueden ocurrir condiciones de nivel G2 (posiblemente G3) si el campo magnético de esta tormenta está orientado hacia el sur”, escribió la el Dra. Skov.
Dicho plasma expulsado del Sol puede lanzar chorros explosivos de viento solar hacia la Tierra llamados EMC (eyecciones de masa coronal).
Las EMC contienen plasma que conduce electricidad el cual puede pasar entre el sol y nuestro planeta a altas velocidades de unas 1.240 millas (2.000 kilómetros) por segundo, y la energía de estas erupciones podría ser cientos de miles de veces mayor que la que todas las centrales eléctricas de la Tierra podrían generar en un año entero.
Cuando este viento solar interactúa con el fuerte campo magnético alrededor de la Tierra, podría desencadenar poderosas tormentas geomagnéticas que, a su vez, podrían afectar las operaciones de los satélites.
Investigaciones anteriores encontraron que los fuertes vientos solares pueden perturbar de forma severa los satélites y hacer que se salgan de sus órbitas.
Si bien las tormentas geomagnéticas más fuertes pueden provocar un cortocircuito en las redes eléctricas, los expertos han clasificado la del “cañón de fuego” como una tormenta de clase G1 “débil” que probablemente podría causar leves fluctuaciones de electricidad y podría afectar algunas funciones satelitales como las que se utilizan en los sistemas GPS, según SpaceWeather.
Su liberación sigue a la llegada del Sol a la fase más activa de su ciclo solar de 11 años, y se espera que su actividad aumente en los años siguientes y vuelva a caer después de alcanzar un máximo en 2025.
Los expertos han advertido que una “supertormenta solar única en un siglo” muy fuerte podría destruir satélites y también provocar un cortocircuito en las redes eléctricas.
Los campos magnéticos generados en la Tierra por la Gran Tormenta Solar de Nueva York en 1921, una de las tormentas solares más grandes que han impactado el planeta, destruyeron los sistemas de comunicaciones por radio, telégrafo y teléfono en diferentes partes del mundo, incluida Nueva York.
El Evento Carrington, otra supertormenta solar que impactó la Tierra en 1859, liberó casi la misma energía que bombas atómicas de 10 mil millones de megatones que frieron los sistemas de telégrafo en todo el mundo.
Una tormenta solar de nivel moderado que azotó la Tierra en 1989 provocó cortes de energía en Quebec, Canadá, que se resolvieron en unas pocas horas.