Domingo de Ramos: ¿Qué significa esta celebración y por qué se bendicen las palmas?
Este día, los fieles conmemoran la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén y su aclamación como hijo de Dios. La fecha marca también el fin de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa
Este 24 de marzo, el mundo cristiano celebrará el Domingo de Ramos, en el que los fieles conmemoran la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén y su aclamación como hijo de Dios. Este evento se menciona en los cuatro evangelios canónicos, que son los de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
La fecha, conocida también como Domingo de Pasión, marca el fin de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa, durante la que se conmemora la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
Cada año, la celebración de esta fecha cambia. Para saber cuándo será, hay que buscar el primer domingo después de la luna llena posterior al 21 de marzo, que es el solsticio de primavera. Ese día será el Domingo de Resurrección y, una semana antes, el Domingo de Ramos.
De acuerdo con los evangelios de Mateo (capítulo 21) y Marcos (capítulo 11) del Nuevo Testamento, Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén montado en un asno. A su paso, sus seguidores le obsequiaron ramos de olivo y de palma y exclamaron “¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!
Antes de llegar a Jerusalén, las Sagradas Escrituras señalan que Jesús se había detenido en las poblaciones de Betania y Betfagé. El evangelio de Juan agrega que esa noche Jesús cenó con Lázaro y con sus hermanas Marta y María. Ahí, se narra que Jesús envió a dos discípulos a una aldea cercana con órdenes de recuperar a un burrito que estaba atado, pero nunca había sido montado y dijo: “Si os preguntan, decid que el Señor necesita un burrito, y que les será devuelto luego”.
Para el mundo cristiano, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la Ciudad Santa, expresa su manifestación como Rey y Mesías. Mateo observa en la presencia del asna atada con su borrico al lado el cumplimiento de la profecía de Zacarías, según la cual, Jesús venía como un rey de paz para triunfar, no con armas ni violencia, sino con humildad y mansedumbre.
Bendición de las palmas
En la mayoría de los países que profesan la fe cristiana, el Domingo de Ramos se celebra con la bendición y distribución de ramas de palma que representan las que la multitud esparció frente a Cristo cuando entró a Jerusalén. Después de la bendición de las palmas, se hace una procesión por las calles y, al final, se celebra la misa dominical.
Hay lugares donde todavía es costumbre que en esta fecha se cubran con velos morados o negros todas las imágenes de Jesucristo, de la Virgen María y de los santos que se ubican en los templos y que no van a formar parte de la procesión de la Semana Santa. Estas imágenes no volverán a descubrirse hasta el canto del himno litúrgico llamado Gloria in excelsis, durante la noche de la Vigilia Pascual.
El color litúrgico del Domingo de Ramos es el rojo porque representa la Pasión del Señor.
En la tradición cristiana, los ramos de palma representan el símbolo de la renovación de la fe en Dios, así como de la vida y resurrección de Cristo.
Muchos de los devotos acostumbran guardar en sus hogares los ramos de palmas bendecidos por los sacerdotes, como un símbolo de la victoria pascual de Jesucristo. Estos ramos, que a menudo tienen forma de cruces, se colocan detrás de las puertas o bien arriba de crucifijos o cuadros religiosos. Otros los guardan en sus Biblias o devocionarios.
Las palmas bendecidas que no se utilizan, por lo general se queman y sus cenizas se usan para la celebración del Miércoles de Ceniza.
En los lugares donde no se encuentran palmas o estas se encuentran en peligro de extinción se utilizan ramas de olivo, saúco, abeto o cualquier otro árbol nativo de la región.