Emociones y salud mental, la UNAM lanza programa de prevención y anima a buscar ayuda profesional
Las emociones que se desencadenan de forma automática y su efecto en la salud mental son un tema que ha despertado interés a raíz de lo que vive la sociedad con la pandemia
La pandemia entró en su tercer año y los efectos en la salud física y mental comienzan a ser evidentes en todas las personas, se hayan contagiado o no, pues el confinamiento, el aislamiento y los cambios en la vida cotidiana que tuvieron lugar de forma abrupta, pueden manifestarse en un riesgo psicosocial.
Ante este panorama, la Coordinación de Humanidades de la UNAM a través de la DGDH (Dirección General de Divulgación de las Humanidades), y la Coordinación del Programa Institucional de Tutoría de la Facultad de Psicología, lanzaron el proyecto “Diccionario de las emociones” que busca explicar cuáles son las principales emociones que se experimentan en el contexto actual, cómo se manifiestan y cómo manejarlas.
Se trata de 12 cápsulas audiovisuales, con animaciones a color que, en una primera etapa, tratarán los temas: enojo, sorpresa, tristeza, miedo, alegría, ansiedad y melancolía, que serán publicadas de forma semanal. La serie comenzó el pasado 16 de febrero, por medio de diferentes medios de comunicación y plataformas digitales.
Los materiales cuentan con la asesoría de la Facultad de Psicología de la UNAM y participan en su difusión Canal Once, Radio UNAM, TV UNAM, la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, el Sistema de Transporte Colectivo Metro y Heraldo Media Group.
Otro de los objetivos de la campaña es sensibilizar a las personas para que decidan buscar asistencia profesional cuando la agudeza de sus emociones afecte su salud mental, sus relaciones familiares, laborales y su interacción social. La adquisición de técnicas para reconocer y manejar nuestras emociones nos ayuda a vivir mejor.
Según la máxima casa de estudios, en los últimos meses se incrementaron los “cuadros de ansiedad, incertidumbre, tristeza, temor, enojo, obsesiones y fobias, y algunas otras problemáticas mentales”, producto del impacto por el miedo a contraer la enfermedad y por duelos ante la pérdida de seres queridos, entre otros factores.
“La evasión social, por ejemplo, impactó la vida de la gente que no pudo satisfacer sus necesidades afectivas, deportivas y hasta sexuales. Del mismo modo la baja actividad económica dejó pérdidas de empleo y cierre de pequeñas y medianas empresas. Por si fuera poco, el encierro en los hogares generó que se dispararan los casos de violencia familiar y rupturas matrimoniales”, explicó la publicación.