¿Por qué suponemos que Kylie Jenner y Timothée Chalamet son incompatibles a nivel intelectual?
La inesperada imagen de la célebre pareja besándose en un concierto de Beyoncé despertó una narrativa en Internet que afirma que la pareja es muy diferente en lo que respecta a la fama y la inteligencia. Pero lo que subyace es una misoginia a la antigua usanza, escribe Olivia Petter
Así que es oficial: Kylie Jenner y Timothée Chalamet son pareja. Indignación, disgusto y alegría desfilan en Internet, según el algoritmo de cada red social. Si bien los rumores sobre la pareja más inesperada de la cultura pop llevaban circulando desde abril, ahora —gracias a una serie de vídeos y fotos del dúo besándose intensamente en el último concierto de Beyoncé en Los Ángeles— la pareja está casi confirmada. Y la gente parece dispuesta a expresar su sorpresa.
El martes por la tarde, Twitter se convirtió en un hervidero de memes y comentarios sarcásticos. “¿No era una broma?”, tuiteó una persona. “Así que Timothée y Kylie sí son algo, guau”, bromeó otra. Otra añadió que “nunca había visto una pareja de famosos tan al azar como Timothée y Kylie”.
Un artículo de Vogue británica, ahora eliminado, se burló de la pareja y de cómo pasaban el tiempo juntos. “¿Sostiene él sus pinceles de maquillaje mientras ella contornea?”, preguntaba el escritor, refiriéndose al imperio de belleza homónimo de Jenner. “¿Le ayuda ella a escoger los guiones de Wes Anderson? ¿Él le da clases de francés a Stormi?”, continuó, nombrando a la hija de cinco años de Jenner, Stormi, que comparte con su ex Travis Scott. “¿Y, en todo caso, cómo terminaron juntos?”.
El artículo fue ampliamente compartido y rápido lo tacharon de sexista. Pero esos sentimientos se han reflejado en toda la web. Porque debajo de cada expresión de conmoción por esta pareja subyace la misma implicación: que objetivamente, Jenner y Chalamet deben ser incompatibles a nivel intelectual y profesional. Es una narrativa que, debido a la escala de la fama respectiva de la pareja, ha terminado tan furiosamente deconstruida y usada en memes que rara vez ha sido cuestionada. Pero como ilustra la respuesta al artículo de Vogue, una vez que se empieza a indagar un poco más en el origen de todas estas suposiciones, se descubre un podrido núcleo misógino.
Desglosemos la narrativa: ¿de dónde viene esta suposición específica de incompatibilidad? De acuerdo, Chalamet es un actor nominado al Óscar, un favorito del cine independiente de algunos de los directores más venerados del mundo, como Greta Gerwig y Luca Guadagnino. Sus películas (entre ellas Lady Bird, Call Me by Your Name y Bones and All) son conocidas por subvertir los límites sociales y jugar con el género.
Pasemos ahora a Jenner, cuya imagen pública está un tanto desprestigiada por pertenecer a una de las familias más polémicas de Internet: el clan Kardashian-Jenner. Evidentemente, para algunos, eso es todo lo que es: la más joven de una familia de estrellas de reality shows mimadas y con más dinero que sentido común. Es la suposición a partir de la forma en que se ha hablado de ella en Internet en relación con Chalamet, un actor que —suponemos, por las películas en las que ha participado— debe tener un intelecto superior.
De hecho, sabemos muy poco sobre este joven de 27 años, aparte de los fragmentos de información que ha compartido en entrevistas: ¡habla francés! ¡Creció en Nueva York! ¡Se dedicó brevemente al rap! Sin embargo, sí sabemos mucho sobre Jenner. Con solo 17 años, lanzó Kylie Cosmetics, que se convirtió en un negocio multimillonario pocos años después. Claro que hubo algunas dudas sobre las cifras (la famosa revista Forbes acabó retractándose de su declaración de que era la multimillonaria más joven artífice de su éxito en 2019), pero no hay dudas sobre lo influyente que ha sido su negocio a la hora de dar forma a la industria de la belleza en todo el mundo. Y aunque ya no es la accionista principal, dado que vendió su participación del 51% al conglomerado de belleza Coty en 2019, sigue siendo el rostro de la marca y está muy involucrada.
Además de sus dotes comerciales, Jenner también tiene dos hijos: Stormi, de cinco años, y Aire Webster, de uno. Para aclarar, no creo que la joven de 26 años tenga problemas para pagar la guardería, pero sí creo que ser madre soltera de dos niños pequeños y supervisar al mismo tiempo un negocio de éxito mundial no es poca cosa, independientemente de la posición económica.
Teniendo esto en cuenta, ¿por qué nos apresuramos a asumir que estas dos personas no son compatibles a nivel intelectual? Que alguien con los atributos personales y profesionales de Jenner siga siendo tan subestimada y reducida a poco más que una insípida estrella de reality show con bonitos bolsos es una gran crítica a la forma en que la sociedad ve los logros de las mujeres. Mientras tanto, a Chalamet se le considera en automático alguien con aptitudes intelectuales por las películas en las que ha participado. Es la misoginia más descarada.
Pero aunque no hay pruebas que respalden la teoría de que Jenner y Chalamet son intelectualmente incompatibles (dudo mucho que alguno de los comentaristas en línea conozca a alguna de estas celebridades), ¿importaría siquiera? Hay muchos tipos diferentes de inteligencia (académica, espiritual, visual), pero la única que realmente importa en una relación romántica es la que no se puede enseñar.
El éxito de una relación no depende de que dos personas hagan las mismas referencias literarias en una cena o intercambien citas de Proust mientras toman un café con leche. Se trata de conexión. Y eso es algo que puede materializarse como resultado de muchas otras cosas, además de la inteligencia. Pensemos en la comunicación, las ideologías, las ambiciones, la sexualidad, los sistemas de valores compartidos y los estilos de apego. Hasta cierto punto, la inteligencia puede influir en algunas cosas. Pero no siempre.
La gran base de una relación exitosa, se ha dicho, es la inteligencia emocional. ¿Quién puede decir que Chalamet y Jenner son incompatibles en ese aspecto? Y sea lo que sea lo que les une, parece ser bastante fuerte, dado que el dúo ha estado vinculado durante más de cinco meses, y de acuerdo con esas fotos del concierto de Beyoncé, parecen muy enamorados el uno del otro.
Vivimos en una cultura obsesionada con escudriñar y analizar todas las facetas de la vida de los famosos, en particular sus relaciones. Y aunque a menudo es injustificado y parte de una visión deformada de la sociedad que se niega a permitir que nadie en el ojo público mantenga un mínimo de privacidad, sospecho que el hábito no va a terminar pronto.
Espero que podamos acabar con la suposición de que las mujeres que encajan en un determinado molde social no tienen por qué encajar en otro. Que las mujeres no pueden tener éxito y ser convencionalmente atractivas. Que las mujeres no pueden ser estrellas de reality shows y además tener cerebro. Que las mujeres pueden ser más de una cosa. Estamos en 2023: ¿por qué seguimos luchando contra esta perspectiva?
Traducción de Michelle Padilla