Juegos Paralímpicos 2021: ¿Quién es la estrella de EE.UU. nacida en Ucrania tras el desastre de Chernóbil?
Oksana Masters compite en sus quintos juegos, meses después de una operación inesperada en la pierna
Es la estrella del equipo de Estados Unidos que fue dada en adopción tras su nacimiento en Ucrania, tres años después de la catástrofe nuclear de Chernóbil, y que ahora aspira a una medalla en Tokio.
Oksana Masters nació con defectos relacionados con el envenenamiento por radiación causado por el accidente de 1986, y sus piernas carecen de los huesos que soportan el peso.
La joven de 32 años también nació con seis dedos en cada pie, cinco dedos palmeados en cada mano y sin pulgares.
Tras pasar por tres orfanatos, fue adoptada por la madre soltera Gay Masters y se trasladó a Estados Unidos, donde vivió en Buffalo (Nueva York), antes de crecer en Louisville (Kentucky).
Debido a sus defectos de nacimiento, le amputaron la pierna izquierda a los nueve años y la derecha a los 14.
Pero, animada por su madre, empezó a practicar el remo adaptado a los 13 años y en lo que va de su carrera paralímpica ha ganado dos medallas de oro compitiendo en remo, ciclismo y biatlón nórdico.
“Me encantan los nuevos retos y salir de mi zona de confort. Creo sinceramente que con la cantidad adecuada de apoyo, trabajo duro, dedicación y creencia en uno mismo, cualquiera puede hacer que cualquier cosa suceda y que sus sueños se hagan realidad”, afirma en su página web.
“Como soy muy competitiva y odio perder, creo que el deporte siempre estuvo en mi sangre. Estoy muy agradecida de haber tenido una ‘segunda oportunidad’ en la vida gracias a mi increíble familia y a la oportunidad de cumplir mi pasión y mi hambre de correr y competir”.
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En los Juegos de Tokio, Masters, amante del café, competirá en ciclismo tras haber sido operado a principios de año.
Masters se sometió a una inesperada operación en la pierna en primavera y tuvo que recuperarse de ella antes de continuar su entrenamiento.
Dice que estaba “destrozada” tras la operación, pero que recibió un gran apoyo de su novio Aaron Pike, también atleta paralímpico, y de su madre.
“No pude usar mis piernas protésicas durante unas 10 semanas y él me dio su silla de ruedas en la que confía todos los días para que yo la use”, mencionó.
“Siempre supe que era ese tipo de persona que te daría la camiseta si alguien la necesitara y soy la chica más afortunada del mundo por tener un novio tan increíble que, literalmente, me dio su silla de ruedas para que la usara mientras él utilizaba la de su amigo”.
Ahora dice que su objetivo es ganar una medalla, pero también insiste en que quiere disfrutar del trayecto.
“Es una feliz cantidad de dudas que me mantienen motivada para demostrarme a mí misma que puedo hacerlo. Puedo superarlo”, afirma.
“Conseguir un resultado en el podio sería estupendo, pero son los pasos intermedios los que realmente te convierten en una atleta asombrosa e increíble”.