Qatar 2022: así es el impresionante sistema de refrigeración para controlar la temperatura en los estadios
Aunque el Mundial de Qatar 2022 se jugará en invierno, la temperatura en el país rondará entre los 20 y 30 grados, pero no en los estadios
Además de cambiar del verano al invierno las fechas en que se llevará a cabo la Copa Mundial de Qatar, el país árabe también ha hecho uso de la tecnología para combatir las altas temperaturas del país durante los partidos para que afecten lo menos posible a los jugadores.
El aire caliente que se puede experimentar en cualquier punto de Doha, la capital, que en verano puede provocar una sensación térmica de 40 grados centígrados, no será un problema dentro de los estadios donde se llevarán a cabo los encuentros del Mundial, gracias a un sistema de refrigeración que protegerá a los equipos y a los espectadores.
“Al borde del campo de juego hay unos paneles que atraen el aire caliente hacia unas máquinas que hay debajo, lo enfrían, lo purifican de polen y polvo, como también de piel y pelo humano, y lo devuelven más frío hacia la gente”, se explicó a medios de comunicación.
Cada uno de los ocho recintos que se construyeron para esta fiesta del futbol cuenta con aire acondicionado de última generación, que ya fue probado en los partidos en los que Australia y Costa Rica aseguraron su boleto a la Copa de la FIFA.
Durante estos encuentros, a pesar de que la temperatura en el exterior era de 32 grados centígrados, en el estadio el clima fue controlado para no pasar de los 20 grados centígrados, mientras que, a nivel de cancha, antes del encuentro la temperatura era de poco más de 17 grados centígrados.
La infraestructura de enfriamiento, que permite a cada sector del estadio tener su microclima, es obra del ingeniero sudanés Saud Abdulaziz Abdul Ghani, a quien también se le conoce como “Dr. Cool”, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Qatar, que comenzó a trabajar en este sistema alimentado por energía solar hace 13 años.
“La idea de los aires acondicionados en los estadios empezó durante el período de verano e implicaba el desafío de poder jugar en temporada de altas temperaturas. Cualquiera de los estadios tiene tres elementos: el césped, los jugadores y espectadores”, explicó el ingeniero.
“Estamos 100% seguros de que les damos a los jugadores un ambiente térmico que les permite esforzarse al 110% sin ser perjudicados por las temperaturas. Para los espectadores y visitantes tenemos varios pequeños difusores que básicamente expulsan aire fresco en un radio de dos metros y lo hacen recircular”, especificó.
Los grados de temperatura a los que se ajustará el interior de los estadios se determinaron a partir de análisis térmicos, aunque el equipo encargado reconoce que lo único que puede cambiar es el ambiente y no las condiciones climáticas del país que, aún en invierno, se ubica entre los 20 y 30 grados centígrados.
“No controlamos el clima, controlamos cómo la gente percibe la temperatura en los estadios midiendo los niveles de humedad, la velocidad del aire y otros factores, en distintas zonas”, explicó.