Dominicana Senyu resiste dolencias y gana oro en salto de altura de los Centroamericanos
Llegó a San Salvador con un currículum más bien modesto
Llegó a San Salvador con un currículum más bien modesto. A la mitad de la prueba se resintió de una molestia en el tendón de Aquiles.
Pero Marysabel Senyu se marcha con el oro pendiendo del cuello y con una carrera promisoria por delante.
La dominicana de 23 años logró un salto de 1,86 metros, para imponerse en un tenso duelo con la curazoleña Glenka Antonia, quien recibió la plata con una ejecución de 1,84.
La cubana Dacsy Brisón obtuvo el bronce con 1,81.
Pese al oro conseguido, Senyu se reprochó no haber conseguido el registro más alto de su carrera.
"Esperaba mejorar mi marca personal, que era de 1,88. Logré un 1,86", explicó.
Pero el resultado constituye sin duda un avance para una atleta que hasta ahora ostentaba entre sus logros principales una plata en el Panamericano Juvenil.
Y consiguió subir a lo más alto del podio pese a encontrarse lesionada.
“Estuve un poco incómoda porque tengo una molestia”, refirió. “Tengo una lesión en el tendón de Aquiles y me dolió en algunos saltos. Luego traté de olvidarme de eso para ganar”.
Tendrá que recuperarse rápido, en un año repleto de actividad.
“Claro, confío en estar pronto a plenitud, para seguir trabajando en busca de tener un buen lugar en los Panamericanos”, enfatizó. “Por ahora estoy contenta porque los atletas dominicanos hemos tenido un buen papel. Tal vez algunos no creían que yo tendría el oro, pero vine por él y lo conseguí”.
Senyu, de madre dominicana y padre haitiano, y quien comenzó a practicar el salto alto a los 13 años, tiene desde aquellos comienzos el sueño de emular a Juana Arrendel, la figura quisqueyana más destacada en la historia de esta especialidad, con una muy recordada coronación como local en los Juegos Panamericanos de 2003. '
“Lo dije desde el comienzo de mi carrera, que quiero ser como ella, y para eso estamos trabajando mi entrenadora y yo”, afirmó.