Cristiano Ronaldo es feliz de nuevo con Portugal
Cristiano Ronaldo se siente nuevamente en casa
Cristiano Ronaldo se siente nuevamente en casa.
Solamente necesitó de dos partidos para hacer las paces con la selección de Portugal y mostró que no ha terminado de impresionar a nivel internacional todavía.
En su regreso después de una decepcionante Copa del Mundo y un controvertido traspaso al fútbol de Arabia Saudita, el delantero portugués de 38 años marcó cuatro goles en los primeros dos partidos de Portugal en las eliminatorias del Campeonato Europeo de 2024, mostrando que sigue siendo el líder al que se acostumbraron a ver los fanáticos portando el uniforme rojo y verde de la selección portuguesa.
Ronaldo anotó dos veces en la goleada de 6-0 sobre Luxemburgo el domingo, tres días después de hacer otro doblete en el 4-0 sobre Liechtenstein, cuando se convirtió en el jugador con más participaciones internacionales en una selección varonil, con 197.
“Dos partidos, dos victorias”, dijo el capitán de Portugal en sus redes sociales después de la victoria sobre Luxemburgo. “Feliz de haber contribuido para un inicio muy positivo para nuestro equipo nacional. ¡Vamos!”.
Los goles fueron contra dos selecciones de menor jerarquía europea, pero parecieron suficientes para abonar a recuperar la confianza de Ronaldo y su papel como titular con su selección nacional.
A Ronaldo se le vio con lágrimas la última vez que estuvo en el campo con Portugal después de la derrota frente a Marruecos en los cuartos de final de la Copa del Mundo en Qatar, el año pasado, donde fue relegado a la banca de suplentes por el entonces entrenador, Fernando Santos, en la ronda de eliminación.
El decepcionante Mundial, sumó a su decisión de aceptar un acuerdo lucrativo del equipo Saudi Al Nassr, que puso en duda su futuro con su selección nacional. Dijo la semana pasada que no estaba seguro de que volvería a jugar a nivel internacional nuevamente y que regresó solamente después de analizar con su familia y se dio cuenta que todavía no era el momento “de arrojar la toalla” todavía.