Reporte: Europa debe ahorrar gas natural para el 2023
Europa podría enfrentar una grave escasez de gas natural el año próximo y tiene que actuar ahora para reducir el uso, dice la Agencia Internacional de Energía
Europa podría enfrentar una grave escasez de gas natural el año próximo y tiene que actuar ahora para reducir el uso, dijo el jueves la Agencia Internacional de Energía en un reporte, advirtiendo de los peligros de complacencia en una crisis de energía desatada por la invasión de Rusia a Ucrania, luego que los países consiguieron acumular reservas del combustible para calentar viviendas y generar electricidad este invierno.
La AIE dijo que Europa se benefició de algunos suministros de gas ruso en el verano y una drástica reducción de la competencia de China por los embarques de gas licuado y añadió que esos factores pudieran ser excepciones. Junto con unas condiciones templadas, eso ha ayudado a que los precios del gas caigan de sus niveles de agosto.
“Con el clima templado reciente y los precios bajos del gas, existe el peligro de complacencia en la conversación sobre los suministros de gas en Europa, pero de ninguna manera estanos fuera de peligro”, dijo el director ejecutivo de la agencia, Fatih Birol. “Por eso los gobiernos necesitan adoptar medidas inmediatas para acelerar las mejoras en la eficiencia de energía y el despliegue de renovables y bombas de calefacción, y otros pasos para reducir estructuralmente la demanda de gas”
El recorte de casi todos los suministros de gas ruso debido a la guerra en Ucrania ha desatado una crisis de energía en Europa. Los suministros rusos estuvieron cerca de sus niveles normales la primera mitad del año. Rusia desde entonces ha eliminado casi todos los envíos de gas e incluso eso pudiera no estar disponible el año próximo.
Además de eso, si las importaciones chinas de gas licuado se recuperan a los niveles del 2021, eso podría consumir 85% del incremento esperado de los suministros mundiales. La economía de China se ha estado debilitando debido a sus estrictas medidas para controlar el COVID-19.
Todo ello significa que Europa podría enfrentar una baja de 30.000 millones de metros cúbicos de gas el verano próximo, el período clave de reabastecimiento antes de la emporada invernal, cuando la demanda es mayor.