Protestan por decisión de dar lugar a Siria en junta de OMS
Decenas de trabajadores médicos en el noroeste de Siria protestan por la decisión de otorgarle al gobierno del presidente Bashar Assad un lugar en la junta ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud
Decenas de trabajadores médicos del noroeste de Siria protestaron el lunes una decisión de otorgarle al gobierno del presidente Bashar Assad un lugar en la junta ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud. Afirmaron que Assad es responsable de bombardear hospitales y clínicas en el país.
La decisión de darle un escaño a Siria se tomó cuando el país lleva una década de guerra civil que ha dejado una cantidad incontable de civiles muertos y heridos, incluidos muchos trabajadores de salud.
La selección de Siria el sábado durante una sesión de la asamblea anual de la OMS — que reúne a todos los Estados miembro de la agencia de salud de la ONU— ha provocado indignación en la provincia de Idlib que está bajo control de la oposición.
Rifaat Farhat, un funcionario de salud en Idlib, dijo que la medida “contradice todas las leyes internacionales y humanitarias”.
Siria fue unos de los 12 países de la OMS que fueron elegidos para designar a nuevos integrantes de la junta (conformada por 34 miembros) en una votación de la asamblea que no tuvo debate ni oposición.
Siria ocupará el puesto el próximo periodo de sesiones de la junta ejecutiva, que comienza el miércoles.
La designación fue señalada por el grupo UN Watch, que monitorea al órgano mundial y sus organizaciones afiliadas, como la OMS, en busca de incongruencias y otras fallas.
La junta es un grupo principalmente técnico cuyo papel es hacer cumplir las decisiones de la asamblea, conformada por todos los Estados miembros de la OMS.
“Rechazamos la idea de que nuestro asesino y aquel que destruyó nuestros hospitales tenga representación en la junta ejecutiva”, decía un cartel que llevaban algunos manifestantes afuera del principal departamento de salud.
La periodista independiente Salwa Abdul-Rahman, de la provincia Idlib —el último baluarte rebelde del país_, expresó su preocupación de que un representante del gobierno podría intentar reducir la asistencia médica para la región que es hogar de millones de personas.
La guerra de Siria ha dejado medio millón de muertos y ha provocado que millones de personas abandonen el país desde que estalló el conflicto en 2011.
Cientos de instalaciones médicas han sido bombardeadas, sobre todo con ataques aéreos del gobierno; la mitad de los hospitales y centros de salud funcionan parcialmente o no funcionan, mientras que el 70% del personal médico ha huido del país.