Presidente bielorruso niega envío de tropas a Siria
El presidente de Bielorrusia dice que no tiene intenciones de enviar tropas a Siria para combatir junto con las fuerzas rusas, pero deja abierta la puerta para enviar personal médico militar
El presidente de Bielorrusia dijo el martes que no tiene intenciones de enviar tropas a Siria para combatir junto con las fuerzas rusas, pero dejó abierta la puerta para enviar personal médico militar.
El presidente Alexander Lukashenko hizo estas declaraciones después de la publicación de un borrador de acuerdo entre Rusia y Bielorrusia que proyecta el envío de hasta 200 efectivos militares bielorrusos a Siria.
El documento emitido por el gobierno ruso el lunes aún no tiene la firma de los ministerios de Exterior y Defensa de los dos países. Dice que el personal militar bielorruso actuará bajo el mando operativo de las fuerzas rusas en Siria.
Rusia libra una campaña militar en Siria desde 2015, que junto con Irán busca ayudar al gobierno del presidente sirio Bashar Assad a recuperar el control de la mayor parte del país tras una devastadora guerra civil.
El anuncio del posible envío de personal militar bielorruso a Siria provocó una protesta enérgica inmediata de la oposición bielorrusa.
Sviatlana Tsikhanouskaya la principal adversaria de Lukashenko en la elección de 2020 —comicios considerados una farsa por la oposición y las potencias occidentales— dijo que con el envío de personal a Siria se pagaba el apoyo de Moscú a su represión de las protestas postelectorales.
Lukashenko dijo que no ha autorizado aún el envío de personal.
“No he enviado a nadie allá”, dijo Lukashenko el martes. Añadió que Siria había pedido ayuda humanitaria y que él en algún momento discutió la posibilidad de enviar personal médico militar.
“Si necesitan médicos, ofreceremos ayuda”, dijo. “Pero ahora no... tenemos problemas de sobra y la pandemia no ha terminado”.
Lukashenko dijo que autoridades de los dos países analizaron la logística para acomodar al personal bielorruso si lo envían a Siria.
El mandatario bielorruso depende de manera creciente del apoyo político y financiero del Kremlin ante las fuertes sanciones de Occidente debido a la represión de las protestas. Ha estrechado las relaciones de defensa con Moscú y últimamente ofreció recibir armas nucleares rusas.