OMS se apresta a lanzar vacunación antipolio en Afganistán
Agencias de la ONU se preparan para vacunar a todos los niños afganos menores de 5 años contra la polio por primera vez desde 2018, luego que el Talibán aceptó la campaña, anuncia la Organización Mundial de la Salud
Agencias de la ONU se preparan para vacunar a todos los niños afganos menores de 5 años contra la polio por primera vez desde 2018, luego que el Talibán aceptó la campaña, anunció la Organización Mundial de la Salud
Los últimos tres años, el Talibán prohibió que los equipos de vacunación de la ONU realizasen campañas puerta a puerta en las partes de Afganistán que controlaba, al parecer por sospechas de que pudiera tratarse de espías de Occidente o del gobierno. Debido a la prohibición y la guerra, unos 3,3 millones de niños no han sido vacunados en el período.
El acuerdo del Talibán ahora tras tomar el poder en Afganistán parece dirigido a mostrar que están dispuestos a cooperar con agencias internacionales. La fuerza islamista busca ganar el reconocimiento internacional a su nuevo gobierno y reabrir las puertas a la ayuda para su vapuleada economía.
Líderes del Talibán no confirmaron el acuerdo y funcionarios del grupo no respondieron a pedidos de comentario.
Pero la OMS y la UNICEF dijeron el lunes en una declaración que saludaban la decisión de la cúpula del Talibán en respaldo a la reanudación de las campañas de vacunación contra la polio en el país.
Afganistán y su vecino Pakistán son los únicos países en el mundo donde la polio sigue siendo endémica. La enfermedad puede causar parálisis parcial. Desde 2010, Afganistán ha realizado campañas de puerta en puerta vacunando a niños. La mayoría de los trabajadores son mujeres, porque consiguen mejor acceso a madres y niños.
Pero una vasta sección del país ha quedado fuera del alcance de las campañas en años recientes. En partes del sur, en particular, la prohibición del Talibán estaba en vigor. En otras áreas, las campañas eran imposibles debido a los combates entre el gobierno y los islamistas a causa de temores a secuestros y ataques con bombas. En algunos sitios, clérigos extremistas se expresaron contra las inoculaciones, diciendo que eran anti islámicas o un complot occidental.