Mujeres en contienda de poder en Japón: ¿aire fresco?
La inclusión de dos mujeres en la contienda por el liderazgo de Japón sorprendió a muchos, generando alguna esperanza para un partido de gobierno considerado sexista y desfasado, pero su clara derrota no fue sorpresiva
La inclusión de dos mujeres en la contienda por el liderazgo de Japón —la primera vez en 13 años en los que no son solamente hombres— sorprendió a muchos, generando cierta esperanza para un partido de gobierno considerado sexista y desfasado.
Sin embargo, su derrota clara no fue una sorpresa.
Para algunas mujeres resalta además que el Partido Liberal Demócrata, que ha gobernado el país casi sin interrupción desde la II Guerra Mundial, sigue operando cautivo de hombres mayores y profundamente conservadores y que las mujeres están muy lejos de alcanzar igualdad en la política.
“Me parece que el PLD usó a esas dos mujeres para impresionar al público con sus esfuerzos para cambiar y encubrir su imagen negativa para seguir en el poder”, dijo Yukiko Takei, una abogada que vive cerca de Tokio
El ganador del miércoles, como se esperaba, fue un hombre arraigado firmemente en el establishment político japonés. Fumio Kishida, un excanciller moderado que se ha inclinado a la derecha en un aparente intento para conseguir el respaldo de los líderes de partido, incluso el ex primer ministro Shinzo Abe. Kishida casi seguramente se convertirá en primer ministro en una elección el lunes porque el partido controla el Parlamento
El segundo en la votación partidista, el ministro de vacunaciones Taro Kono, fue una sorpresa, aunque es popular entre los votantes y miembros del partido, pero al parecer era una opción preocupante para la vieja guardia. Las dos mujeres, Sanae Takaichi y Seiko Noda, fueron tercera y cuarta.
Las mujeres son una minoría diminuta en la política japonesa, especialmente en el PLD. Solamente 10% del Parlamento japonés son mujeres. Los analistas dicen que muchas tienden a tratar de avanzar mostrando lealtad partidista en lugar de trabajar por la igualdad de género.
En el partido gobernante, la brecha de género es especialmente grande: solamente 9,8% de sus más de 380 parlamentarios son mujeres, comparado con otros partidos cuya representación está entre 15 y 32%.
Incluso si los resultados de la votación del miércoles fueron predecibles, la participación de Takaichi y Noda en la contienda marcó una mejora para el partido y señala que los miembros de alto rango están conscientes de un desfase con el público sobre el asunto de género.
Las dos mujeres parecen ser polos opuestos en sus políticas.
La ultraconservadora Takaichi favorece un nacionalismo paternalista y un fortalecimiento de las fuerzas armadas, mientras que la pacifista Noda, de tendencia centroizquierdista, llamó a lidiar con el problema de la declinación poblacional del país y respaldar el avance de las mujeres y la diversidad sexual. Ambas respaldan los asuntos de salud femenina y fertilidad que el partido de gobierno considera claves para su productividad.
“Sus opiniones son diferentes, pero solamente lo que puede tolerar el PLD”, dijo la activista feminista Minori Kitahara.
Takaichi, de 60 años, subió a tercera en la contienda mayormente al conseguir el crucial respaldo de Abe, un ultraconservador cuya visión ella apoya. Takaichi ha sido criticada por promover los papeles tradicionales de las mujeres y políticas favorecidas por los líderes masculinos en lugar de pelear por la igualdad de género.
Ella apoya la sucesión solamente masculina en la familia imperial y se opone a los matrimonios homosexuales y a una revisión de la ley civil del siglo XIX que pudiera permitirles a las mujeres retener sus apellidos de solteras.
Takei, la abogada, dice que ella no está de acuerdo con la posición militarista y las políticas de género de Takaichi, pero “lo que me molestó más fue que pareció que ella fue usada como peón para controlar a Kono (desviando votos del PLD que habrían sido para él) ... para mantener el viejo régimen”.
Takei dijo que las candidatas no representaron las voces de las mujeres ordinarias que a menudo enfrentan sexismo y son marginadas en la sociedad. “Pienso que las mujeres que sobreviven en una sociedad dominada por los hombres y que han establecido siquiera un pequeño espacio debería abrir un sendero para sus pares”.
Japón fue 120mo en la brecha de género según un sondeo de 156 países por el Foro Económico Mundial.
Con una elección crucial en la cámara baja en dos meses, el partido de gobierno necesita desesperadamente aumentar su respaldo y mejorar una imagen dañada por el primer ministro actual, Yoshihide Suga que fue criticado por su respuesta a la pandemia de coronavirus y su insistencia en realizar los Juegos Olímpicos en medio del aumento de las infecciones.
Para Noda, que no tuvo respaldo de facciones, fue su primer reto y dice que está feliz de haber podido participar. Noda, de 61 años, respalda los matrimonios homosexuales y un sistema de cuotas para aumentar el número de mujeres legisladoras.
La única otra candidata mujer fue Yuriko Koike, gobernadora de Tokio, que se presentó en 2008.
En la política japonesa, donde las mujeres eran casi invisibles, la presencia de las dos candidatas en la contienda del PLD fue un atisbo de esperanza, dijo Kiyomi Tsujimoto, una importante legisladora por el liberal Partido Constitucional Democrático, el mayor de la oposición.
Abe, que fue primer ministro durante ocho años antes de renunciar abruptamente, abriendo el camino para Suga, promovió el avance de las mujeres como parte de su política económica para incrementar la fuerza laboral.
Su partido hizo poco progreso y no consiguió su objetivo de que las mujeres representaran 30% de las posiciones ejecutivas para 2020, aplazándolo por hasta una década.
“El tipo de avance de las mujeres que ve el PLD es para que los hombres las coloquen en ciertas posiciones”, dice Kitahara. “Muchas mujeres además han caído en la pobreza durante el gobierno del PLD y creo que eso muestra realmente como el partido trató a las mujeres”.
Tsujimoto criticó la forma en que Abe usó a Takaichi, “como herramienta para mantener su poder y presionar al señor Kishida a proseguir su línea política”.
No obstante, “fue bueno que ellas se presentaran... Su presencia cambió el panorama”, dijo. “Es extremamente difícil para nosotras las mujeres sobrevivir muchos años en un lugar de trabajo dominado por los hombres y creo que la presencia de ellas les dio esperanzas a muchas”.