Maduro: Diálogo preliminar con la oposición va "bien"
El presidente Nicolás Maduro dice que el diálogo preliminar con los opositores encabezados por Juan Guaidó va “bien”, pero declina adelantar la fecha y el lugar de las eventuales conversaciones con todos los sectores de la oposición de Venezuela, las cuales serán mediadas por Noruega y contarán con la participación de otros países, entre ellos Estados Unidos
El presidente Nicolás Maduro dijo el domingo que el diálogo preliminar con los opositores encabezados por Juan Guaidó va “bien”, pero declinó adelantar la fecha y el lugar de las eventuales conversaciones con todos los sectores de la oposición de Venezuela, las cuales serán mediadas por Noruega y contarán con la participación de otros países, entre ellos Estados Unidos
“Yo creo que en el diálogo político de paz con la oposición guaidocista vamos bien”, le dijo Maduro a la prensa tras votar en las elecciones primarias de su partido de cara a los comicios regionales y municipales de noviembre.
Adelantó que, como parte de las conversaciones previas, ya “se tiene un documento redactado, (se) está en este momento debatiéndose la agenda” de siete puntos.
Al preguntársele si las conversaciones realmente comenzarán el 13 de agosto en México según se ha mencionado en la prensa, el mandatario venezolano comentó que el gobierno de su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador “ha ofrecido México y contamos con todo el apoyo de México para estos diálogos de paz con la oposición guaidocista, (pero) esperemos que se coloque la fecha y se indique el lugar exacto de este diálogo de paz”.
El 5 de agosto, López Obrador dijo en su rueda de prensa diaria que aceptó que México sea la sede para el nuevo intento de diálogo, el tercero en cuatro años, que sostendrán los delegados de Maduro y la oposición que encabeza Guaidó. No dio detalles.
“Aceptamos porque buscamos que haya diálogo y acuerdos entre las partes”, declaró López Obrador entonces.
En repetidas oportunidades, Maduro ha dicho que, como paso previo al diálogo, sus adversarios deben aceptar varias condiciones, entre ellas una renuncia expresa “a la violencia, a la conspiración".
“Nosotros hemos hecho un conjunto de demandas, de exigencias y las mantenemos firmemente”, aseveró.
Además del levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa, Maduro ha exigido que se reconozca su legitimidad como presidente y la de sus aliados en una nueva Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, electa en diciembre de 2020. Esos comicios fueron boicoteados por los principales partidos de oposición, ya que consideraron que no existían las condiciones para unas elecciones libres y democráticas.
“Hay una cuarta exigencia que tenemos sobre la mesa, que es la incorporación de todas las oposiciones que hay en Venezuela”, añadió, sin mencionar directamente a otros grupos opositores.
El mandatario socialista también ha dicho que todas las reuniones que se lleven a cabo deben estar abiertas al público y a la prensa.
Guaidó, que en el pasado se había mostrado desconfiado a iniciar un nuevo acercamiento con Maduro, pareció dar un paso atrás el 11 de mayo y tomó la iniciativa de invocar el diálogo.
El líder opositor propuso entonces un “Acuerdo de Salvación Nacional”, que implicaría negociaciones con el gobierno y sus aliados locales, organizaciones de oposición y la comunidad internacional.
Guaidó — en contraste con la exigencia de Maduro sobre las sanciones— planteó la conveniencia de que sean levantadas gradualmente como incentivo para llegar a un acuerdo.
En su condición de presidente de la pasada Asamblea Nacional, Guaidó se declaró presidente interino de Venezuela en enero de 2019, argumentando que Maduro fue reelecto casi ocho meses antes en unos comicios fraudulentos. Varias decenas de países, entre ellos Estados Unidos, reconocen a Guaidó como gobernante legítimo de Venezuela.
Iniciativas previas para llegar a un acuerdo se fueron descarrilando una tras otra, entre ellas una promovida por Noruega. Esas negociaciones quedaron truncas en agosto de 2019, luego de que Maduro ordenó el retiro de sus delegados en rechazo al endurecimiento de las sanciones por parte de Washington.