Llegan a Buenos Aires vacunas rusas para Argentina y Bolivia
Un avión de Aerolíneas Argentinas llega a Buenos Aires con 220.000 vacunas Sputnik V para continuar el proceso de inmunización en Argentina contra el nuevo coronavirus y un lote de 20.000 unidades destinadas a Bolivia, que será el segundo país de la región en emplear el inmunizante ruso
Un avión de Aerolíneas Argentinas llegó el jueves a Buenos Aires con 220.000 vacunas Sputnik V para continuar con el proceso de inmunización contra el nuevo coronavirus en Argentina y un lote de 20.000 unidades destinadas a Bolivia el segundo país de la región que aplicará el inmunizante ruso.
Las 220.000 dosis, una cantidad que es menor a la que estaba prevista inicialmente, permitirán seguir inmunizando al personal de salud argentino, el primero de los grupos de alto riesgo que está recibiendo el inoculante en el marco del proceso de vacunación que comenzó el 29 de diciembre.
La partida está integrada por 110.000 dosis de cada uno de los dos componentes de la vacuna, que hay que suministrar con al menos 21 días de diferencia.
El gobierno argentino había señalado que en enero estaba previsto contar con unas cinco millones de dosis de la Sputnik V producida por el Centro Gamaleya. En total, desde que arribó a Buenos Aires la primera partida procedente de Rusia el 24 de diciembre, Argentina ha recibido 820.000 unidades.
El gobierno indicó que tiene aseguradas más de 51 millones de dosis contra el coronavirus por parte del Centro Gamaleya de Rusia, el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford y Covax (el fondo de Naciones Unidas).
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, dijo la víspera que “tenemos que poner en valor que Argentina siga recibiendo dosis y pueda seguir esta vacunación” - que a su entender funciona bien- en un “contexto mundial de mucha complejidad en relación a la escalada de producción” de inmunizantes.
Otros grupos que recibirán las vacunas de forma prioritaria, en fechas que no están definidas, son los residentes en geriátricos, los mayores de 70 años, los comprendidos en la franja entre 60 y 70 años, miembros de las fuerzas de seguridad, quienes sufren enfermedades prevalentes y los docentes.
El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya se han aplicado la primera dosis.
En Argentina se produjo un incremento de casos desde mediados de diciembre, pero en los últimos días hubo una desaceleración. Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, se han registrado cerca de 1,9 millones de infectados y más de 47.000 muertos.
En tanto, la carga de vacunas para el país vecino serán transbordadas a una aereonave de la empresa Boliviana de Aviación que aterrizará el mismo jueves en La Paz.
“Son 20.000 dosis que se aplicarán inicialmente a nuestro personal de salud que está en primera línea”, escribió en su cuenta de twitter el presidente boliviano Luis Arce.
Las inyecciones arribarán la noche del jueves a la región de Santa Cruz, una de las más castigadas por el virus, donde se prevé que inicie la vacunación en unas 48 horas.
“Esta provisión fue negociada y acordada directamente con el Fondo Ruso de Inversión sin intermediarios tras una ardua negociación… logrando que Bolivia sea priorizada entre los más de 50 países que han solicitado la vacuna y se convierta en el segundo en América Latina en comenzar con la vacunación”, dijo un comunicado la cancillería boliviana.
El inmunizante llegará en medio de una segunda ola de contagios en Bolivia.
El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Cleto Cáceres, dijo a The Associated Press que la partida de vacunas no es suficiente pero que sí ayuda a la lucha contra el COVID-19.
“Es importante que se inmunice a los médicos... porque hasta la semana pasada teníamos 23 médicos fallecidos”, señaló.
La víspera nuevamente se rompió el récord de contagios por un día, con 2.866 nuevos casos y 62 fallecidos, alcanzando un acumulado de 208.074 infectados y 15.167 fallecidos.
Venezuela y México tienen acuerdos para acceder a la vacuna rusa, aunque todavía no han recibido el inmunizante.
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La periodista de The Associated Press en Bolivia, Paola Flores, colaboró con este reporte.