Gigantes tecnológicos están bajo fuerte presión en EEUU
El presidente Joe Biden está aumentando la presión sobre los gigantes tecnológicos que ya se sienten el peso de investigaciones federales y del Congreso, demandas antimonopolios y criticas casi constantes de políticos de los dos partidos
Sin decir o escribir una palabra, el presidente estadounidense aumentó la presión sobre los gigantes tecnológicos que ya sienten el peso de investigaciones federales y del Congreso demandas antimonopolios y críticas casi constantes de políticos de los dos partidos.
La semana pasada, Joe Biden nombró a una fiera crítica de las grandes compañías del sector, la académica antimonopolios Lina Khan, como titular de la poderosa Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés). El paso fue una señal clara de una posición dura hacia los gigantes Apple, Facebook, Google y Amazon y llega en momentos en que una propuesta bipartidista en la Cámara de Representantes pudiera reducir su poder en el mercado y obligarlas a separar sus plataformas dominantes del resto de sus negocios.
La comisión de asuntos jurídicos de la cámara baja debate la propuesta de ley en una sesión pública el miércoles, un paso inicial del que será un arduo camino por el Congreso. Muchos republicanos critican el dominio del mercado de los gigantes tecnológicos, pero no respaldan una reforma radical de las leyes antimonopolios. Los republicanos han acusado reiteradamente a las redes sociales de prejuicios anticonservadores y pudieran demandar sanciones específicas a cambio de su respaldo.
El enorme paquete legislativo, encabezado por el representante demócrata David Cicilline, crítico del sector, apunta a la estructura de las compañías y pudiera llevar a su división, un paso drástico para el Congreso contra una industria poderosa cuyos productos están profundamente imbuidos en la vida diaria. Si esos pasos son ordenados, pudieran causar los mayores cambios en la industria desde el histórico caso del gobierno contra Microsoft hace 20 años.
“Será un esfuerzo realmente grande”, dice Rebecca Allensworth, profesora de estudios antimonopolios en la facultad de derecho de la Universidad Vanderbilt. El lenguaje complejo que pudiera ser empleado podría generar peleas en las cortes al reescribir cuatro décadas de ley antimonopolio, dijo.
Elogiados como motores de la innovación, los gigantes de Silicon Valley disfrutaron durante decenios de poca regulación y estatus de estrellas en Washington, con un acercamiento notable durante el gobierno de Barack Obama, con Biden como vicepresidente, pero las fortunas del sector se revirtieron abruptamente hace dos años, cuando las compañías fueron blanco de intenso escrutinio federal, una investigación del Congreso y críticas del público sobre asuntos de competencia, privacidad y discurso de odio.
Como candidato presidencial, Biden dijo que debía considerarse desmantelar esas grandes compañías. El demócrata ha dicho además que quiere ver cambios en las protecciones de las redes sociales a la expresión en sus plataformas.
Las propuestas legislativas prohibirían además que los gigantes tecnológicos favorezcan en sus plataformas a sus propios productos y servicios en detrimento de la competencia. La medida es influida por una investigación de 15 meses una subcomisión de asuntos jurídicos, encabezada por Cicilline, que concluyó que los cuatro gigantes tecnológicos habían abusado de su poder en el mercado al cobrar honorarios excesivos, imponer duros términos en sus contratos y extraer información valiosa de los individuos y negocios que dependen de ellos.
Las cuatro compañías niegan las acusaciones y dicen que una intervención inapropiada en el mercado a través de legislación dañaría a los negocios pequeños y los consumidores.
La propuesta dificultaría a las compañías absorber a competidores en fusiones, muchas de las cuales han sido completadas en años recientes.
Y le pide al Congreso que fortalezca los presupuestos de los reguladores que supervisan la competencia, como la Comisión Federal de Comercio y la división antimonopolios del Departamento de Justicia. Los fiscales generales de los estados obtendrían el poder para decidir cuáles tribunales procesan las causas antimonopolios. Algunos expertos consideran eso la parte menos complicada y controversial de la legislación y dicen que pudieran tener más probabilidades de ser aprobadas en el Congreso.
Los demócratas controlan la cámara baja, pero necesitarían un respaldo considerable de los republicanos en el Senado para aprobar las medidas. La cámara alta está dividida 50-50, con el voto de desempate en manos de la vicepresidenta Kamala Harris.
La industria tecnológica sabía que se acercaba una vasta legislación antimonopolio tras la investigación en la cámara baja. Y se sabía desde hace meses que Biden iba a nombrar a Khan como una de cinco miembros de la FTC, pero Silicon Valley —y casi todo el mundo en Washington— fue sorprendido por la rápida decisión de Biden de nombrarla para dirigir la agencia. Khan fue juramentada en apenas horas luego que el Senado la confirmó como una de los cinco comisionados por votación de 69-28.
Khan, que ha sido profesora de derecho en la Universidad de Columbia, irrumpió en la escena antimonopolio con su profundo estudio académico en 2017 como estudiante en Yale, “Amazon’s Antitrust Paradox”. Ayudó a sentar las bases para una nueva forma de ver la legislación antimonopolio más allá del impacto de las compañías grandes en los precios al consumidor. Como asesora legal del panel antimonopolio de la cámara baja, tuvo un importante papel en la investigación de 2019-2020 sobre el poder de los gigantes tecnológicos.
Con 32 años, Khan es la presidenta más joven en la historia de la FTC, que está a cargo de la competencia y la protección del consumidor en la industria en general en Estados Unidos, además de la privacidad digital.
En octubre, el Departamento de Justicia, junto con una decena de estados, presentó una importante demanda antimonopolios contra Google, acusando a la compañía de abusar de su dominio en las búsquedas en internet y la publicidad para maniatar a la competencia. Eso fue seguido en diciembre por una demanda antimonopolios contra Facebook, presentada por la FTC y casi todos los estados. Esa demanda busca remedios que pudieran incluir una separación forzada de los populares Instagram y WhatsApp.
Entretanto, los reguladores europeos están aumentando sus acciones antimonopolios contra los gigantes tecnológicos. El martes se conoció que los reguladores de la Unión Europea han iniciado una nueva investigación sobre si Google obstaculizó la competencia en la tecnología de publicidad digital. Los reguladores previamente han acusado a Apple de obstaculizar la competencia en el streaming de música y acusaron a Amazon de usar datos de comerciantes independientes para competir injustamente contra ellos con sus propios productos.
Recientemente, reguladores británicos y de la UE iniciaron sendas investigaciones sobre si Facebook distorsiona la competencia en el mercado de clasificados al usar datos para competir injustamente con servicios rivales.