GB: Liz Truss promete ayuda ante crisis, descarta impuestos
La flamante primera ministra británica, Liz Truss, dice que enfrentará la “muy seria crisis” energética mientras se recortan impuestos; descarta nuevos cobros a las empresas petroleras
La primera ministra británica, Liz Truss, dijo el miércoles que enfrentará la “muy seria crisis” energética del país mientras se recortan impuestos, descartando imponer cobros a las empresas petroleras para que financien los planes del nuevo gobierno a fin de compensar los crecientes costos de la calefacción y la electricidad.
Truss rechazó los llamados a imponer nuevos impuestos sobre las ganancias de las empresas, aunque no ha explicado todavía cómo financiará un plan que busca ayudar a la ciudadanía a pagar los recibos de la electricidad, que se han disparado debido a la guerra de Rusia en Ucrania, el impacto económico del coronavirus y el Brexit.
Durante su primera sesión como primera ministra, Truss dijo que el jueves presentará un plan para ayudar a combatir la crisis de precios a fin de que las personas puedan “salvar este invierno”, así como para reforzar la seguridad energética de la nación en el largo plazo.
Sin embargo, agregó que está “en contra de un impuesto sobre las ganancias imprevistas. Creo que es incorrecto hacer que las empresas dejen de invertir en Reino Unido justo cuando necesitamos hacer crecer la economía”.
“Este país no será capaz de gravar su propio camino al crecimiento”, declaró ante los vítores de los legisladores de su Partido Conservador en una atestada Cámara de los Comunes.
El portavoz de Truss dijo que la primera ministra no cancelará un impuesto a las ganancias impuesto en mayo por el gobierno anterior, pero tampoco impondrá uno nuevo. La gobernante también eliminará un impuesto corporativo anunciado previamente de 19 a 25%.
La prensa local informó que Truss planeaba poner un tope a las facturas de energía. El costo para los contribuyentes de ese paso podría alcanzar los 100.000 millones de libras (116.000 millones de dólares).
El miércoles, Truss, de 47 años, encabezó la primera reunión con su nuevo gabinete, un gobierno notablemente diverso tanto en raza como en género.