Esperan que Parham, de Chargers, deje hospital tras golpe
Los Chargers de Los Ángeles esperan que el tight end Donald Parham sea dado de alta de un hospital el viernes luego de haber sido sacado de la cancha en camilla durante un partido ante los Chiefs de Kansas City
Los Chargers de Los Ángeles esperan que el tight end Donald Parham sea dado de alta de un hospital el viernes luego de haber sido sacado de la cancha en camilla durante un partido ante los Chiefs de Kansas City
En un comunicado, el equipo indicó que Parham pasó la noche bajo observación en el hospital después que se le diagnostico una conmoción cerebral.
El entrenador en jefe Brandon Staley dijo el viernes que él estuvo en comunicación con la madre y la novia de Parham. Esperaba tener la oportunidad de hablar con Parham en algún momento del día.
Parham, de 24 años, recibió un golpe que lo dejó aparentemente inconsciente y lo obligó a abandonar el encuentro del jueves ante los Chiefs. Fue trasladado al hospital, donde fue sometido a análisis por una lesión en la cabeza.
“Siempre que uno ve eso en vivo y uno está cerca, le causa una impresión”, declaró Staley después del encuentro. “Pero luego al mismo tiempo, ustedes saben, nosotros trata de jugar por él durante el resto del encuentro y eso es lo que nuestros chicos hicieron esta noche”.
Parham alcanzó a tocar con las manos un pase de cinco yardas que le lanzó Justin Herbert a la zona de anotación, en cuarta y gol. Sin embargo, soltó el balón cuando su nuca impactó el terreno.
Un acercamiento realizado por una de las cámaras de la transmisión televisiva mostró al jugador con los ojos cerrados y la boca abierta. Un compañero trató brevemente de moverle el brazo izquierdo a Parham, pero se percató de que la extremidad había quedado rígida y flexionada.
Los kinesiólogos y el personal médico retiraron la careta del casco de Parham y lo colocaron en una camilla. Los brazos del tight end temblaban cuando se le retiró en camilla, ante gestos de evidente preocupación de los jugadores de ambos equipos.
Parham, en su segundo año con Los Ángeles, fue llevado al Centro Médico Harbor-UCLA, donde le practicaron varios análisis, incluyendo pruebas de imagenología.