EE.UU. se prepara para gran oportunidad en Copa Ryder
Los estadounidenses se están quedando sin pretextos en la Copa Ryder
Los estadounidenses se están quedando sin pretextos en la Copa Ryder.
Contarán con otro equipo fuerte en el campo Whistling Straits, con 11 de los 16 mejores golfistas del mundo. Y no sólo jugarán en casa, sino que las restricciones por el COVID-19 dificultarán que haya muchos espectadores que apoyen a los visitantes.
Será algo semejante a lo que ocurre en el cercano Lambeau Field, casa de los Packers de Green Bay en la NFL
Y por eso, Tony Finau considera que “esta será una gran oportunidad”.
Lo que vuelve esto tan relevante se relaciona más con una nueva generación de golfistas estadounidenses que con cualquier conjunto creado especialmente para tratar de frenar el dominio de los europeos en estos duelos bienales.
Para muestra, Finau mencionó que él mismo es el tercer jugador de más edad en el equipo. Cumplió recién 32 años. Disputó su primera Copa Ryder en Francia hace tres años.
Pero es el uno de los jugadores más experimentados porque sólo tres de sus compañeros estadounidenses han disputado más ediciones del torneo.
Si los estadounidenses buscan revertir la tendencia, este momento luce inmejorable.
“Tenemos un equipo totalmente nuevo”, dijo Finau. “Acá no hay cicatrices, sino unos cuantos que hemos jugado en la Copa Ryder e incluso algunos que tenemos un récord ganador. Así que, en realidad, no hay muchos chicos en nuestro equipo que hayan acumulado demasiadas derrotas en la Copa Ryder”.
En el papel, son el mejor equipo, lo que conllevaría presión.
Pese a que Estados Unidos ha perdido nueve de las últimas 12 ediciones desde 1995 —dos años antes de que naciera el bicampeón de majors Collin Morikawa—, es el favorito de los apostadores.
“Todos van a jugar ahora un gran golf, y creo que ésa es realmente la clave para ganar puntos”, dijo Daniel Berger, uno de seis novatos en el equipo estadounidense. “Hay otros jugadores que podrían acompañarme y con quienes me sentiría absolutamente confiado de que, si tienen que lograr un gran tiro o putt lo conseguirán. Eso es clave para nosotros”.
Y mientras un equipo busca la fórmula secreta para ganar, el otro la sigue perfeccionando.
Los europeos han pasado buena parte de la semana lanzando pelotas desde el primer tee para determinar a los equipos en las rondas de práctica. Sus uniformes mostraron el verde y dorado de los Packers un día, y algunos golfistas arrojaron al público los habituales sombreros en forma de queso que suelen usar los fanáticos de Green Bay.
Ian Poulter figuró ente los golfistas que aventaron pelotas a la tribuna el jueves.
Nadie parece divertirse más, como resultado de ganar tan seguido.