Con cierta demora, España apuesta a los autos eléctricos
España es el segundo fabricante de autos más grande de Europa, pero está muy retrasado en la producción de vehículos eléctricos
Daniel Sánchez es un propietario de un vehículo eléctrico afortunado. Tiene una estación de carga a menos de un kilómetro de su casa en las afueras de Barcelona que le permite mantener su Tesla listo para devorarse las carreteras.
“No concibo parar en una gasolinera de nuevo”, declaró Sánchez, de 41 años y dueño de una empresa de transportes. “Me siento como esas personas que se bajaron de un carro tirado por caballos y se subieron a un auto. Jamás volveré a ellos”, agregó, aludiendo a los autos tradicionales a gasolina.
Otros españoles no son tan afortunados. La escasez de sitios donde recargar la batería, comparado con el oeste y el norte de Europa, y el alto costo de los autos eléctricos tienen a España rezagada en la marcha hacia un mundo más verde.
Ahora el gobierno quiere recuperar parte del tiempo perdido.
La coalición izquierdista de gobierno planea darles impulso a los vehículos eléctricos con parte de los 140.000 millones de euros (166.000 millones de dólares) que recibirá de la Unión Europea para recuperarse de los estragos causados por la pandemia del coronavirus en la economía.
La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen visitó Madrid el miércoles, en el inicio de una gira por los estados del bloque para apoyar sus planes de recuperación. La aprobación final de la ayuda llegará en las próximas semanas.
Von der Leyen se reunió con el presidente del gobierno Pedro Sánchez, quien comparó los fondos del programa llamado Nueva Generación con el Plan Marshall con el que Estados Unidos ayudó a Europa a recuperarse de la Segunda Guerra Mundial.
El secretario general de Industria Raúl Blanco dijo a la Associated Press que el gobierno planea invertir unos 5.000 millones de euros (6.000 millones de dólares) en los próximos tres años en el sector de vehículos eléctricos.
España produjo 2,2 millones de autos y camiones en el 2020. Solo Alemania produjo más vehículos en Europa. Pero apenas 140.000 de esos autos fueron eléctricos o híbridos, según ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Autos y Camiones.
“Estamos acelerando un cambio que ya estaba en marcha”, dijo Blanco. “Es una oportunidad única. Los fabricantes están interesados y hay fondos para hacer estas inversiones”.
Líder en el sector de trenes de alta velocidad, España quiere colocar 250.000 autos eléctricos en sus carreteras en los próximos dos años, que se añadirían a los 96.000 que hay actualmente.
Los autos eléctricos deberían reducir las emisiones de dióxido de carbono en 450.000 toneladas, según estima el gobierno, que espera usar solo energía renovable para el 2050, como quiere la UE.
“España puede encarar estas actividades industriales con energía verde”, dijo Blanco. “Comparado con otros países del centro y el este de Europa que siguen dependiendo de combustibles fósiles o de otros países que usan energía nuclear, España puede usar solo energías renovables dado que ya tiene energía eólica y solar”.
La organización ambientalista Greenpeace apoya la fabricación de autos eléctricos, pero opinó que los fondos de la UE no deberían ser usados para producir más autos que congestionen las ciudades.
“Es vital que la ayuda dé prioridad a las poblaciones rurales, que tienen menos acceso a otras formas alternativas de transporte”, señaló el grupo.
España tiene un pujante sector automovilístico y depósitos de litio —elemento clave en la producción de baterías para vehículos eléctricos— que comparte con Portugal. La idea es crear una cadena de suministro que aliente la inversión privada en una fábrica de baterías, además de plantas de ensamblaje y de diseñadores de software.
La propuesta, sin embargo, enfrenta obstáculos.
España tiene menos de dos estaciones de carga públicas por cada 100.000 kilómetros cuadrados, comparado con 10 en Alemania, Bélgica y Holanda, según un informe del 2020 del Tribunal Europeo de Auditores.
“La gente no compra autos porque no tiene dónde cargarlos”, declaró Salvador Ejarque, presidente de la Asociación de Usuarios de Autos Eléctricos. “Quienes pueden comprarlos, no lo hacen en forma rápida porque la burocracia es compleja y larga”.
El gobierno quiere contar con 100.000 estaciones de carga dentro de tres años, comparado con los 15.000 de la actualidad.
ANFAC cree que eso puede no ser suficiente.
“Hay que convencer a la gente de que cargarlos es tan fácil como llenar el tanque de gasolina”, declaró el portavoz de la organización José López Tafall a la AP. Agregó que hacen falta 340.000 sitios de carga para el 2030.
Otro tema candente son los precios. El sueldo promedio en España es 15.000 euros (18.000 dólares) más bajo que el de la UE y hay muy pocos autos de lujo en sus calles, donde abundan los vehículos baratos y las motos.
Por ello, el gobierno ha apartado 400 millones de euros (484 millones de dólares) para ofrecer incentivos de hasta 7.000 euros (8.400 dólares) para la compra de autos eléctricos.
España, por otro lado, debe convencer a los fabricantes de que es una inversión segura. Francia y Alemania tienen la ventaja de contar ya con plantas que producen estos vehículos.