Con 38 años, Dani Alves no para de conquistar títulos
Dani Alves no se cansa de coleccionar nuevos títulos
Dani Alves no se cansa de coleccionar nuevos títulos. A sus 38 años, el lateral brasileño ahora se jacta de ser campeón olímpico.
Envuelto en una bandera brasileña, el capitán acariciaba su 43ra medalla de campeón en una carrera que no da vistos de acabar.
Lo único que le falta en su palmarés, después de la victoria 2-1 ante España en la final del fútbol masculino de los Juegos Olímpicos de Tokio, es alzar la Copa del Mundo.
Y no descarten su presencia en el Mundial de Qatar el año entrante. El hombre más laureado del fútbol mantiene intacta la ambición.
“Soy un soñador, un pequeño soñador, y más que un soñador, alguien que hace realidad sus sueños", dijo Alves. “Lo más importante es lucha, y es lo que yo aprendí a hacer. Tengo todo el empuje de un joven de 23 años. Solo busco las cosas grandes del fútbol”.
Contra viento y marea, el lateral derecho quería estar en Tokio tras la negativa que recibió para formar parte de la selección que atrapó en casa el oro en Río 2016.
“Luché para estar en tres Juegos Olímpicos”, dijo. “Soy un agradecido con todos los que trabajaron conmigo, los que creyeron en mí, y quiero que sepan que todo mi esfuerzo valió la pena”:
Alves participó en cada uno de los seis partidos de Brasil en Japón, un total de 600 minutos en 16 días.
“Este ha sido un sueño hecho realidad, subir a lo más alto del podio", dijo. “Sin importar toda la historia que tengas, toda tu experiencia, eran mis primeros Juegos y me voy con el premio más importante... No tengo palabras”.
Y Alves fue clave, facilitador del primer gol cuando mantuvo en juego un centro de Claudinho y devolvió el balón al área para el remate de Matheus Cunha al fondo de las redes en los descuentos de la primera parte.
“Mi capitán Dani, es un fuera de serie, está en todas", dijo Cunha. “Es alguien que le sube los ánimos a todos en el grupo”.
Alves fue uno de los tres refuerzos veteranos convocados en un juvenil plantel, repleto de chicos que crecieron admirándole al verle consagrarse con Juventus, Barcelona y Paris Saint-Germain.
La final olímpica se jugó en el estadio de Yokohama, donde Brasil derrotó a Alemania para consagrarse campeón del mundo por quinta ocasión. Esa cita llegó demasiado temprano para Alves, quien apenas iniciaba su carrera.
Ahora en el Sao Paulo, el dos veces campeón de la Copa América no fue incluido en el equipo que perdió la final de ese torneo ante Argentina hace cuatro semanas.