China reabre una ciudad, Shanghái continúa su cuarentena
La ciudad de Shanghái se prepara para reabrir su mitad oriental y cerrar la occidental, mientras las autoridades en otra parte de China anunciaban el levantamiento del confinamiento a una ciudad en la provincia más golpeada del país, en un brote de coronavirus impulsado por la variante ómicron
La ciudad de Shanghái se preparaba el jueves para reabrir su mitad oriental y cerrar la occidental, mientras las autoridades en otra parte de China anunciaban el levantamiento del confinamiento a una ciudad en la provincia más golpeada del país, en un brote de coronavirus impulsado por la variante ómicron.
Por primera vez en más de tres semanas, los vecinos de Jilin podrán moverse con libertad a partir del viernes, indicó la televisora estatal CCTV, que citó un anuncio del gobierno local. La gente tendrá que emplear mascarillas y, en espacios cerrados, mantenerse a un metro (tres pies) de distancia. Se prohibieron las reuniones públicas en parques y plazas.
Los contagios de COVID-19 se han controlado en la ciudad de Jilin pero no en el resto de la provincia del mismo nombre, según indicaron las autoridades en una conferencia de prensa recogida por CCTV. Se han hecho algunos progresos en Changchun, capital provincial y núcleo de manufactura automovilística, que lleva cerrada desde el 11 de marzo.
China combate su peor brote de COVID-19 desde el primero, detectado a principios de 2020 y que golpeó con dureza la ciudad de Wuhan y otras partes de la provincia de Hubei. La gran mayoría de los casos ha sido en la provincia de Jilin, que hace frontera con Corea del Norte en la región industrial en el nordeste de China. Se han registrado focos más pequeños en otros puntos del país, como Shanghái, que es la capital financiera y la ciudad más grande de China con 26 millones de personas.
La cuarentena en dos fases de Shanghái, programada para ocho días, ha remecido a los mercados mundiales por temor a su posible impacto económico. La actividad manufacturera china cayó en marzo a un mínimo de cinco meses, según mostró el jueves un sondeo mensual, ya que los confinamientos y otras restricciones obligaron a algunas fábricas a suspender su producción.
Pudong, la mitad de Shanghái en la ribera oriental del río Huangpu, tenía previsto reabrir a las 5 de la mañana del viernes tras cuatro días de confinamiento en los que los residentes se hicieron pruebas y quedaron en aislamiento si daban positivo. A las 3 de la mañana comenzaba la cuarentena en Puxi, en el lado oeste del río.
En Puxi se harán pruebas a unos 16 millones de personas. Los vecinos no podrán salir de sus vecindarios o complejos residenciales durante los cuatro días de confinamiento, y las comidas o compras se entregarán en sus complejos.
China reportó el jueves 8.559 casos nuevos en las 24 horas previas, de los que 6.720 no tenían síntomas. La proporción de casos asintomáticos ha sido más alta que en brotes anteriores, especialmente en Shanghái. Unos 100 de los casos nuevos eran importados, de personas llegadas poco antes del extranjero.