Brasil: Causa revuelo papel de pastores en canalizar fondos
Las denuncias de que dos pastores evangélicos utilizaron su influencia en el Ministerio de Educación de Brasil para canalizar recursos federales a amigos —y en al menos un caso para solicitar un soborno— han sumido al gobierno del presidente Jair Bolsonaro en un nuevo escándalo en un año electoral
Las denuncias de que dos pastores evangélicos utilizaron su influencia en el Ministerio de Educación de Brasil para canalizar recursos federales a amigos —y en al menos un caso para solicitar un soborno— han sumido al gobierno del presidente Jair Bolsonaro en un nuevo escándalo en un año electoral.
Esta semana, destacados medios noticiosos brasileños publicaron diversos artículos y filtraron grabaciones de audio en los que se alega que dos pastores que se desempeñaban como asesores no oficiales del ministerio estuvieron favoreciendo a municipios gobernados por sus aliados.
Uno de los pastores, el reverendo Arilton Moura, incluso pidió un kilogramo de oro además de unos 3.000 dólares a cambio de financiación para escuelas y guarderías, según el alcalde Gilberto Braga de la ciudad de Luis Domingues, citado el miércoles por el periódico Estado de S. Paulo.
El diario Folha de S. Paulo informó esta semana que el ministro de Educación, Milton Ribeiro, al parecer implicó a Bolsonaro —que ha intentado aliarse con evangélicos— en favorecer a los pastores al pedir que se ayude a las ciudades apoyadas por ellos.
El periódico difundió una grabación de Ribeiro diciéndole a varios alcaldes que el gobierno daba prioridad a los municipios cuyas peticiones tuvieran el apoyo de Moura y el reverendo Gilmar Santos. Ambos pastores también asistieron a la reunión, según el periódico.
“Mi prioridad es servir primero a los municipios que más lo necesitan, y segundo, servir a todos los que sean amigos de Gilmar”, dijo en la grabación la voz identificada como la de Ribeiro. Agregó que ésta era “una solicitud especial del presidente de la república”.
Ni la oficina de prensa del presidente ni el Ministerio de Educación respondieron a las solicitudes para que hicieran declaraciones sobre el asunto.
En una entrevista el miércoles con CNN Brasil, Ribeiro, que es ministro presbiteriano, reconoció haberse reunido con los pastores y alcaldes locales en diversas ocasiones a solicitud de Bolsonaro, pero rechazó que hubiera cometido alguna irregularidad.
“No tengo ni la condición ni la competencia para asignar nada porque los criterios en (el ministerio) son eminentemente técnicos”, dijo Ribeiro. “Podría tener simpatía por algún pastor, o por algún alcalde que lo acompañe, pero si éste no reúne ese perfil técnico, no se hace nada”.
Ribeiro agregó que el año pasado solicitó a la Oficina del Contralor General, la agencia anticorrupción del gobierno, que investigara posible negligencia al interior del ministerio.
El ministerio no respondió a solicitudes de que facilitara información para contactar a ambos pastores. La iglesia de Silva en el estado Goiás tampoco respondió a una solicitud para que hiciera declaraciones, y fue imposible localizar a Moura de momento.
Ambos son miembros de uno de los movimientos más pequeños de las Asambleas de Dios en Brasil.
El mayor de esos movimientos, la Convención General de las Asambleas de Dios en Brasil, se distanció de ambos en un comunicado emitido el martes.
Los dos “no representan ni están autorizados a hablar en nombre de la Convención General”, señaló. La convención “repudia las prácticas denunciadas hoy en la prensa… sobre la intermediación para conseguir fondos públicos con el Ministerio de Educación”.
El fiscal principal de Brasil, Augusto Aras, pidió al Supremo Tribunal Federal que abra una investigación acerca de si personas sin vínculos oficiales con el Ministerio de Educación intervinieron en la canalización de recursos públicos, en respuesta a peticiones de legisladores de oposición.
“Mientras los pastores negociaban sobornos en oro para canalizar recursos (del ministerio), millones de estudiantes carecían de acceso a la educación o abandonaban la escuela”, declaró la legisladora de oposición Tabata Amaral en Twitter.
La Policía Federal llevará a cabo la pesquisa.
Los evangélicos son ampliamente considerados una facción crucial que apoya la campaña de reelección de Bolsonaro en los comicios de octubre. Las encuestas han mostrado una y otra vez que el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva es más popular que él.
El vicepresidente Hamilton Mourão dijo el miércoles que las denuncias deberían ser investigadas, aunque ante los periodistas describió al ministro de Educación como una persona “honesta” y “extremadamente amable”.