Berlusconi logra un escaño en el Senado tras inhabilitación
Justo a tiempo para celebrar su 86to cumpleaños, el ex primer ministro Silvio Berlusconi regresa al parlamento de Italia tras lograr un escaño en el Senado casi una década después de su inhabilitación para ocupar cargos públicos por una condena de fraude fiscal
Justo a tiempo para celebrar su 86to cumpleaños, el ex primer ministro Silvio Berlusconi regresa al parlamento de Italia tras lograr un escaño en el Senado casi una década después de su inhabilitación para ocupar cargos públicos por una condena de fraude fiscal.
Berlusconi, quien ha hecho de las reapariciones un sello distintivo de la política italiana durante tres décadas, fue reelegido el domingo para la cámara alta con más del 50% de los votos en la ciudad norteña de Monza, donde es el propietario de un club de fútbol que ascendió recientemente a la primera división.
Aunque su formación perdió terreno en comparación con los comicios generales de 2018, obtuvo un resultado mejor del esperado y la victoria de Berlusconi fue especialmente sentida.
“Recuperar un escaño en el Senado fue una especie de venganza personal para Berlusconi después de todos los problemas judiciales que ha pasado", apuntó Massimiliano Panarari, analista político en la Universidad Mercatorum de Roma.
En 2013, el Senado lo expulsó por una condena de fraude fiscal ligada a sus medios de comunicación, que le inhabilitó por seis años. Tras cumplir una pena de servicios comunitarios, un tribunal dictaminó que podía volver a ocupar puestos públicos y logró un escaño en el Parlamento Europeo en 2019.
Su tercer y último mandato terminó de forma abrupta en 2011, cuando los mercados financieros perdieron la confianza en que el multimillonario magnate de los medios de comunicación podía gestionar las finanzas italianas durante la crisis de deuda soberana en Europa.
Forza Italia, su partido de centro-derecha, que fue pionero en la política populista en Italia en la década de 1990, obtuvo poco más del 8% de los votos en los comicios del domingo, que estuvieron dominados por su aliada Giorgia Meloni. La política se dispone a liderar el primer gobierno de ultraderecha del país desde la Segunda Guerra Mundial.
Fue un resultado mejor del esperado para Forza Italia, aunque sigue suponiendo una pérdida significativa de respaldo teniendo en cuenta el 14% de los votos que sacó en 2018. El partido se ha debilitado en las últimas décadas, afectado por los problemas judiciales de Berlusconi y sus recurrentes achaques de salud, pero ha mantenido la suficiente relevancia.
Superando las expectativas, Forza Italia terminó tercero por detrás de otro de sus aliados, la Liga antiinmigración de Matteo Salvini, que obtuvo alrededor del 9% de los votos, frente al 17% de 2018.
Berlusconi se comprometido a ejercer una influencia moderadora sobre los otros dos partidos más radicales.
“En la competencia con la Liga, Forza Italia lo hizo bastante bien y, gracias a esto, Berlusconi volverá a ser fundamental en la nueva coalición de gobierno. Puede decir que es el ganador de estas elecciones", indicó Panarari.
El magnate mediático, cuyo cumpleaños es el jueves, hizo justo eso tras conocerse el escrutinio.
“Forza Italia resultó ser decisivo para el éxito del centro-derecha y la formación del próximo gobierno", dijo Berlusconi en un tuit. “Una vez más, me pongo al servicio de Italia, el país que amo”.
Los analistas destacaron que, a pesar de algunas apariciones grotescas en TikTok, la red social que Berlusconi empleó durante la campaña para llegar a los votantes jóvenes con anécdotas y bromas, el ex primer ministro logró hacerse de nuevo un hueco en el escenario político italiano.
“Todavía puedo”, dijo en un video viral, tras haber matado una mosca que se posó sobre su frente durante una entrevista en televisión.
En los últimos meses de la campaña, causó desconcierto cuando pareció justificar la decisión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de invadir Ucrania, afirmando que se vio obligado a hacerlo por los separatistas prorrusos del Donbás.
“Se suponía que las tropas debían entrar, llegar a Kiev en una semana, sustituir al gobierno de Zelenskyy por gente decente y luego irse", dijo Berlusconi al conductor de su programa nocturno de entrevistas favorito. Más tarde se retractó alegando que sus palabras se habían "simplificado demasiado”.
Pero Berlusconi tiene una larga estrecha amistad con Putin: ha recibido al líder ruso en sus villas en Cerdeña y llegó a visitar Crimea con Putin en 2014 después de que Moscú se anexionó la península ucraniana.
Berlusconi no fue el único ganador en su casa.
Marta Fascina, su novia de 32 años, obtuvo también un escaño en la cámara baja del Parlamento tras ganar la elección en la circunscripción de Marsala, Sicilia, a pesar de no haber pasado por la isla del sur del país durante la campaña.