Argentina: más flexibilizaciones por avance de vacunación
Argentina elimina los cupos de ingreso de pasajeros argentinos o de países limítrofes que llegan por vía aérea mientras que Buenos Aires anuncia la suspensión de la obligatoriedad de usar la mascarilla al aire libre luego del avance del plan de vacunación contra el nuevo coronavirus
Argentina eliminó el martes los cupos de ingreso de pasajeros argentinos o de países limítrofes que llegan por vía aérea mientras que Buenos Aires anunció el cese de la obligatoriedad de usar la mascarilla en espacios al aire libre debido al avance del plan de vacunación contra el nuevo coronavirus.
La noticia se dio a conocer a través de una resolución de la Administración Nacional de Aviación Civil. El límite a la llegada de pasajeros -tanto argentinos como de países limítrofes- fue aplicado tras el impacto de la ola de COVID-19 que comenzó en marzo y fue suavizándose recientemente por la mejoría de la situación sanitaria a partir de la vacunación completa que desde hace dos semanas alcanza a más de 50% de la población.
En este contexto, el Ministerio del Interior desechó la presentación de una declaración jurada electrónica para el tránsito fronterizo. “Al momento pueden ingresar al país personas nacionales, residentes o turistas residentes de países limítrofes, con esquema de vacunación completo que hayan permanecido en éstos durante los 14 días previos al ingreso al territorio nacional”, indicó.
Esta medida implica también la eliminación del test de antígenos al arribo, aunque “se mantienen el PCR previo a embarcar y PCR entre el día 5 y 7 posterior al ingreso”.
Las autoridades también abrieron nuevos corredores seguros de ingreso terrestre a Argentina desde Brasil Chile, Bolivia y Uruguay y otros más que se suman a los ya habilitados desde principios de mes, cuando se permitió el arribo de personas desde países fronterizos.
A partir del 1 de noviembre comenzará la apertura a países de todo el mundo con esquema de vacunación completo, para lo cual los pasajeros no tendrán que hacerse un test de antígenos al arribo aunque sí un PCR previo a embarcar y otro entre el día 5 y 7 posterior a su ingreso.
En tanto, desde el miércoles, los ciudadanos podrán circular por las calles de Buenos Aires sin mascarilla siempre que no haya aglomeraciones de personas, anunció el alcalde Horacio Rodríguez Larreta. El barbijo tampoco será obligatorio durante los recreos y las actividades en espacios abiertos en las escuelas, aunque se mantendrá dentro de las aulas, así como en el transporte público.
“La situación sanitaria de la ciudad sigue evolucionando de manera saludable”, dijo Rodríguez Larreta, quien destacó que en la fecha las autoridades lograrán que un 70% de población tenga la vacunación completa y ”hay un nivel de ocupación de camas de terapia intensiva del sistema público con pacientes con coronavirus del 3,2%, un mínimo histórico".
El gobierno del presidente Alberto Fernández había permitido desde el 1 de octubre la posibilidad de circular sin barbijo por la vía pública si se hacía de forma individual o junto a allegados de una misma burbuja ante la mejora de la situación epidemiológica; sin embargo, al ser Argentina un país federal, la decisión de aplicar la medida quedó en manos de las distintas jurisdicciones. Las autoridades de la capital dijeron entonces que iban a seguir avanzando en el plan de vacunación para aplicar esa flexibilización.
Por otro lado, la alcaldía de Buenos Aires también decidió que ya no será obligatoria la medición de la temperatura a las personas que ingresen a espacios cerrados como comercios.
Argentina registró veinte semanas consecutivas de caída de nuevos casos de COVID -19, pero en la pasada semana ese descenso se revirtió, registrándose un leve repunte de casos. Expertos dijeron que para tener un diagnóstico de una verdadera tendencia hay que esperar unos catorce días más.
Desde que en Argentina impactó la pandemia, se contagiaron más de 5,2 millones de personas y fallecieron más de 115.700. Unas 31,5 millones de personas han recibido una dosis de alguna vacuna y unas 24,8 millones las dos dosis de una población de unos 45 millones.