AP EXPLICA: Factores tras inundaciones recientes en Sydney
Cuatro grandes inundaciones han afectado partes de la ciudad más grande de Australia desde marzo, dejando a los cansados residentes preguntándose cuántas veces más podrán reconstruir lo dañado
Cuatro grandes inundaciones han afectado partes de la ciudad más grande de Australia desde marzo, dejando a los cansados residentes preguntándose cuántas veces más podrán reconstruir lo dañado.
El desastre más reciente ocurrió luego del comienzo más lluvioso de un año en Sydney, que incluyó el desbordamiento de presas y grandes anegaciones en lugares incapaces de absorber más lluvia, que en lugar de ello debe correr hacia vías fluviales ya crecidas.
He aquí los factores climáticos, geográficos y demográficos detrás de la más reciente emergencia por inundaciones en Sydney:
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LAS AUTORIDADES CULPAN AL CAMBIO CLIMÁTICO
El premier del estado de Nueva Gales del Sur, Dominic Perrottet, dijo que el gobierno y las comunidades necesitan adaptarse a que las grandes inundaciones se hayan vuelto más comunes en el estado más poblado de Australia.
“Ver lo que estamos viendo en Sydney no deja duda de que estos acontecimientos se están haciendo más comunes”, dijo Perrottet el lunes.
El primer ministro Anthony Albanese dijo que la cuarta gran inundación en Sydney tras los devastadores incendios forestales en la misma región durante el verano austral 2019-2020 mostraban la necesidad de adoptar medidas ante el cambio climático.
“Lo que sabemos es que Australia siempre ha experimentado inundaciones, incendios de maleza, pero sabemos que la ciencia nos indicaba que si seguíamos sin adoptar medidas a nivel global contra el cambio climático, entonces… los fenómenos climáticos extremos serían cada vez más frecuentes y más intensos”, dijo Albanese el miércoles.
“Lo que estamos viendo, desafortunadamente, es que eso está ocurriendo”, agregó.
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SE FUE LA NIÑA, PERO LLEGAN OTROS PATRONES CLIMÁTICOS
Dos patrones climáticos de La Niña causaron lluvias superiores al promedio en la costa este de Australia en 2021 y este año. El fin del segundo fue decretado el mes pasado, pero la Oficina Meteorológica pronosticó para Sydney un invierno austral más lluvioso de lo usual y un 50% de probabilidades de que La Niña regrese este año.
La oficina dijo que dos factores climáticos causaron las inundaciones en Sydney desde el sábado.
Las inundaciones se vieron influidas por el dipolo del Océano Índico, es decir la diferencia de la temperatura en la superficie del mar entre el Océano Indico occidental y el oriental. En la fase negativa, las aguas más cálidas se concentran cerca de Australia, lo que conduce a lluvias por encima del promedio en el invierno y la primavera del hermisferio sur, ya que hay más humedad disponible para los sistemas meteorológicos que cruzan el continente. El dipolo del Océano Índico ingresó repetidamente el mes pasado en su fase negativa de lluvias y se prevé que siga así los próximos meses.
Una segunda influencia fue el Modo Anular del Sur (MAS) en su fase positiva. El MAS se refiere al movimiento no estacional de norte a sur de los fuertes vientos occidentales que soplan casi continuamente en las latitudes medias y altas del hemisferio sur. En la fase positiva, el MAS dirige aire cargado de más humedad que lo usual hacia el este de Australia, causando lluvias superiores al promedio y más sistemas de baja presión intensos en la costa este durante el invierno austral.
En los aguaceros más recientes, las aguas extraordinariamente cálidas frente a la costa australiana, de 21 a 23 grados centígrados (70 a 73 grados Fahrenheit), proporcionaron energía y humedad adicionales a una zona de bajas presiones y a un sistema de baja presión de la costa este, concentrando intensas lluvias durante un período de 24 horas que comenzó a las 9 de la mañana del sábado.
Diversas mediciones de la lluvia caída en Sydney y su zona circunvecina establecieron récords para julio o históricos.
GEOGRAFÍA Y DEMOGRAFÍA
Gran parte de la lluvia de Sydney va a dar a un sistema fluvial propenso a desbordarse, pero intereses económicos han bloqueado en gran medida la adopción de medidas para mitigar las inundaciones.
Un sistema de captación de lluvia de 22.000 kilómetros cuadrados (8.500 millas cuadradas) que abarca las Montañas Azules en la franja occidental de Sydney y los suburbios occidentales de la ciudad de cinco millones de habitantes desagua en el sistema fluvial Hawkesbury-Nepean, que es el epicentro de algunas de las peores inundaciones.
El sistema fluvial enfrenta un peligro extremo de inundaciones debido a que los cañones restringen el flujo de los ríos hacia el mar, provocando con frecuencia que el agua se acumule rápidamente y se desborde por las llanuras tras un aguacero, dijo Jamie Pittock, profesor de ambiente y sociedad en la Universidad Nacional Australiana.
En el Valle Hawkesbury-Nepean vivían 134.000 personas y se pronosticaba que ese número se duplicara para 2050, conforme crecen la población y los precios de los bienes raíces de Sydney, agregó.
“Los posibles dividendos económicos del desarrollo inmobiliario son un impulsor crucial de la falta de medidas efectivas para reducir el peligro de inundaciones”, dijo Pittock.
El gobierno estatal quiere aumentar la altura del muro de la presa Warragamba, el principal embalse de Sydney, para reducir las inundaciones en el valle.
Pero algunos alegan que hacerlo sólo serviría para controlar la mitad de las inundaciones y no impedirá las grandes inundaciones causadas por otros ríos de la región, dijo Dale Dominey-Howes, profesor de ciencias sobre riesgos y peligros de desastres en la Universidad de Sydney.