Activista bielorrusa a prisión por formar "grupo extremista"
Un tribunal de Bielorrusia sentencia a una activista comunitaria a cuatro años de prisión por formar un “grupo extremista” en la app de mensajes Telegram
Un tribunal de Bielorrusia sentenció el viernes a una activista comunitaria a cuatro años de prisión por formar un “grupo extremista” en la app de mensajes Telegram reportó Viasna, el principal grupo de derechos humanos del país.
Volha Zalatar, de 38 años de edad y madre de cinco hijos, está detenida desde marzo. Fue arrestada en la calle cuando llevaba a su hija de 10 años a la escuela de música.
Después de la elección presidencial de agosto de 2020 en Bielorrusia, Zalatar moderó un grupo local en Telegram en el pueblo de Zhdanovichy y organizó conciertos, fiestas y caminatas. Las autoridades afirman que sus actividades eran “reuniones masivas no permitidas” y la acusaron de coordinar una “organización extremista”.
También fue acusada de “violación total del orden público” y “desobedecer requisitos legales de las autoridades”.
“Mi corazón está hecho trizas, el nivel de odio crece, la cantidad de dolor y resentimiento aumenta”, dijo el viernes Zalatar en su declaración final al tribunal al afirmar su inocencia. “Las acciones humanas, reacciones y sentimientos normales son criminalizados″, agregó.
El esposo de Zalatar pasó 10 días en la cárcel por exhibir la bandera roja y blanca de la oposición en la ventana de su departamento.
Las autoridades bielorrusas acentuado la represión desde varios frentes contra el disenso en el año desde que el presidente Alexander Lukashnko ganó un sexto periodo en una elección que la oposición y el occidente han denunciado como fraudulenta. En respuesta a las protestas masivas, la policía arrestó a más de 35.000 personas y golpeó a miles de manifestantes.
Desde la elección del año pasado, el gobierno de Lukashenko ha cerrado la mayoría de los medios independientes y grupos defensores de derechos humanos.
El viernes, las autoridades tacharon de extremistas las páginas de redes sociales del servicio bielorruso RFE/RL. El medio “rechaza enfáticamente” la etiqueta y la considera “ridícula”, dijo en un comunicado Jamie Fly, presidente de RFE/RL.